Capítulo 8

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Pensamientos de Lydia

Ahora me doy cuenta de todo, Stiles.

Ahora me doy cuenta de que eras tú, siempre has sido tú.

Me has apoyado cuando Jackson no lo ha hecho, has estado ahí para mí.

Me quieres tal y como soy.

Antes era una chica superficial, que sólo pensaba en sí misma. Pero tú, Stiles, has hecho que me de cuenta de quién soy en realidad. Me has hecho darme cuenta de que hay algo debajo de la chica tonta y popular. Me has ayudado a darme cuenta de que valgo la pena. Y también me has ayudado a valorarme.

Me has valorado cuando Jackson no lo hizo en ningún momento de la relación.

Ahora lo único que quiero hacer es despertar. Despertar y te dicerte lo mucho que te quiero. Y también decirte que siento tanto haberte tratado como lo hice, también me duele que tenga que darme cuenta de lo que te quiero por un accidente.

Tal vez nunca despierte.

Y me arrepentiré, de no haberme despedido de unas de las personas más importantes para mí.

Me arrepentiré de no haber pasado el suficiente tiempo contigo, y sobretodo, de no haberte dicho que te quiero.

En la habitación del hospital

Stiles está sentado, como siempre, en el sillón junto a Lydia.

Está dormido, cansado de haber estado todo el día despierto, esperando a que Lydia despertara.

De pronto, Lydia abre los ojos, agitada.

Stiles se levanta corriendo, y al ver a Lydia despierta, no se lo puede creer.

—Lydia...— logra pronunciar.

—Stiles, lo siento— dice la chica, incorporándose.

—¿Por qué?

—Porque nunca lo dije de vuelta.

Stiles al principio no entendió a la chica, cuando se dio cuenta.

—No tienes que hacerlo.

—Stiles, te quiero. Te quiero tanto. He escuchado todo lo que me decías y me ha hecho darme cuenta de lo mucho que te quiero. Me arrepiento no ha...

Antes de terminar la frase, Lydia sintió los labios de Stiles juntarse con los suyos.

El cosquilleo en el vientre de los dos adolescentes aumentó, al igual que el color de sus mejillas.

Al separarse, Lydia sonrió a Stiles pero en un momento, sus ojos se oscurecieron, perdiendo todo el brillo tenían, su sonrisa desapareció y cayó a la cama.

Stiles, sin comprender, pensó que Lydia se había desmayado, así que se levantó y llamó a una enfermera. Cuando se giró para ver a Lydia, se escuchó un pitido que provenía de la máquina que controlaba las pulsaciones de Lydia.

La chica no tenía pulso.

Vinieron dos enfermeras y un doctor corriendo. Le dijeron a Stiles que se tenía que ir de la habitación.

Cerraron la puerta y le pusieron un desfibrilador a Lydia.

Stiles, a través de la ventana, vio como el cuerpo interte de Lydia se movía levemente al darle la descarga.

Lydia había muerto.

Memories || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora