41 - Yo no.

1.1K 71 15
                                    

– Vamos por un café. – Dijo él afirmando que iríamos sin dejarme decidir, aunque en realidad, él sabía que mi respuesta sería un sí.

Entrelacé mi brazo con el suyo haciendo un nudo perfecto, por simple hecho de que éramos nosotros dos.

– Dime el porqué...– Espeté triste.

Él suspiró, decepcionado, tal vez de sí mismo.

– Me hiciste pedazos, me hiciste sentir como la basura que dijiste que era para ti, me hiciste sentir hipocresía, mentira, me hiciste sentir que sólo lo hacías por lástima, por pasar el rato, aunque debió de ser un poco tonto pensar eso ya que tenías a media escuela detrás tuyo. Me hiciste sentir tantas cosas negativas que estaba seguro de que si te volvía a ver probablemente te llegaría a odiar de una manera insana... Así que antes de eso, preferí marcharme, irme, y volver cuando estuviera listo para volver a encontrarte si es que en algún momento topaba con la suerte de hacerlo.

Mi corazón se quebraba con cada palabra u oración que él formaba... ¿Cómo pude hacerle tanto daño?

Llegamos al café y seguido de pedir las cosas, nos sentamos en una mesa del mismo local.

– Pero ésta vez no viniste porque estabas listo de que no me odiarías o de que habías superado las cosas... Shawn te vas a casar.– Mi firmeza me sorprendió en aquel momento, ya no se escuchaba mi corazón romperse, había aprendido a pasar desapercibido.

Su rostro formuló confusión y un poco de sorpresa.

– ¿Casarme? – Dijo echándose una ligera risa.
Mis sentidos se prendieron en sus máximos niveles, listos para escuchar lo que querían oír.– ¿Estás loca, Madisson? Tengo 18 años, carajo, no me voy a casar, ¿de qué hablas? – Dijo él con un tono de burla.

No sabía que hacer en este momento.

– Tú... Tú – Tartumudee, literalmente sin palabras.

– Lo sé, carajo, no éramos Selena y yo, eran nuestros mejores amigos, se van a casar, o bueno, se casaron.

– Estás de joda.– Dije molesta, más conmigo misma que con él.

– Por supuesto que no estoy de joda, pequeña babosa. No me voy a casar con ella, vamos, soy muy joven como para encarcelar mi maldita juventud.– Dijo él vacilante con la sonrisa hasta el tope en su rostro.

Nunca me había sentido tan bien.

– Oh por Dios.– Dije tapando mi cara con mis manos echando mi cuerpo sobre el respaldar de mi asiento.

Shawn reía, como si no hubiera un mañana.

– ¿Quieres callarte?– Dije realmente feliz y molesta al mismo tiempo.

– No.– Dijo sacándome su lengua infantilmente.

– Y entonces... ¿Sigues con ella?– Pregunté temerosa.

La risa de Shawn cesó y su expresión se convirtió seria... ¿Ups?

Nuevamente tomó aire y suspiró.—No, no estoy con ella.

Se tornó un silencio un poco incómodo, y lo único que se ocurrió fue...

– Lo siento...

Él esbozó una risa de medio lado, con sus ojos brillosos viéndome.

– Yo no.– Dijo guiñándome un ojo y tomando un sorbo de su café.

WhatsApp - S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora