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Epílogo.

Cualquiera en mi posición estaría confundida de la misma manera que yo, tal vez un poco más, no sabría qué decir o cómo actuar ante una decisión tan importante y seria como la que yo estaba viviendo.

Sabía y estaba cien por ciento segura de que quería a Shawn para toda la vida conmigo, sabía que él siempre sería lo que quería ver todos las mañanas al despertar todos los días de mi vida, sabía que éramos jóvenes, y nunca seríamos tan jóvenes como lo somos ahora, porque es un tesoro y no por algo hay tantos refranes al respecto, porque sólo se vivía una vez y tú eras quien decidía cómo lo harías... Y
yo estaba a un monosílabo de decidir cómo la viviría a partir de ahora.

Estaba en medio de un Sí o No.

Estaba en medio de saber si seguiría mi juventud junto a Shawn o simplemente las cosas seguirían iguales, y eso me hizo preguntarme... ¿Cuál sería la diferencia? Sé y estoy segura que él era el indicado, y que nada ni nadie podría cambiar eso.

Posé nuevamente mi vista en Shawn, la mueca de nerviosismo en su rostro hizo que las lágrimas se acumularan en las orillas de mis ojos amenazando con salir.

Estaba ahí, arrodillado y pidiéndome matrimonio.

Mi corazón latía fuertemente en mi pecho, los nervios estaban a flor de piel pero lo sabía... Sabía que lo quería para siempre en mi vida.

— Sí.

Shawn expandió mil veces más esa sonrisa tan perfecta que estaba en su rostro, deslumbrándome como cada vez que lo veía.
Sus brazos me envolvieron cálidamente haciéndome sentir feliz y completa, porque con él todo era así.

— Siempre le agradeceré por darme tu número, porque a pesar de verte llorar, verte triste o enamorada jamás me defraudó... Era tu mejor amiga, pero vaya que sabía lo que era bueno.— Bromeó Shawn aún abrazándome.

— Y yo siempre le agradeceré a Melany, porque definitivamente me dio lo mejor que pude tener en mi vida.

Sabía que era una niña, sin tal vez mis estudios terminados o un futuro asegurado, pero sabía que con Shawn a mi lado podría lograr todo lo que me propusiera, porque de todos modos no faltaba mucho tiempo para que yo ya fuera profesional... La duda persistía sobre el cómo, pero el porqué era aún más fuerte que todas las razones que pudieran darme.

Ese porqué era Shawn, y se los juro... Era suficiente.