Acarició su mejilla con delicadeza mientras movía sus labios al compás de los de la contraria. Se separaron dando una risitas con el rostro sonrojado, la rubia suspiró y apoyo su cabeza en el hombro de la menor de estatura mientras contemplaban el paisaje con sus manos unidas.
Se habían escapado nuevamente de su escuela, ya serán tres veces distintas en ese mes. Agradecía que en su escuela no fueran tan preocupados por las ausencias de sus alumnos como en otras escuelas que llamaban preguntando la ausencia del alumno. Aunque su madre poco se interesaba por la escuela, no la consideraba necesaria para Joy.
Y en caso Meg, Vincent estaba más ocupado con su “protegido” que era cono si Meg no existiera para él.
Ahora se encontraban sentadas cerca de unas rocas en la playa de su ciudad, como era algo temprano casi no había nadie en los alrededores por lo que eran libres de hacer lo que quieran. La brisa marina mecía el cabello de ambas mezclándolos. Y el paisaje transmitía tranquilidad.
Justo lo que ambas necesitaban.
Desde que se convirtieron en novias las cosas se complicaron para ambas —en especial para Joy que se estresaba facil— haciendo que disputarán en varias ocasiones por cosas inútiles a punto de vista de Meg. Ambas hacían un gran esfuerzo por comprenderse una a la otra en sus nuevas preocupaciones.
— Tengo miedo.— confesó la rubia mientras se aferraba a la albina en un abrazo.
— ¿De qué, hon? — Meg miró a sus alrededores cerciorándose de si había algo fuera de lo normal.— Estás segura conmigo.
— Es eso... — Joy cortó el abrazo para mirar fijamente a Meg, la contraria alzo una ceja confundida.— Lo que me da miedo es perderte, mis padres son capaces de todo por hacerme cambiar de opinión... Cuando estoy contigo lo disfruto tanto que el pensar que podría perderlo es abrumador.
Meg se quedo callada, sin saber que decir. La impotencia de saber que era cierto y no poder hacer nada la frustraba. Quizás si no...
— Pero incluso si eso pasa.— Giro su rostro por un momento para mirar a el mar.— Me gustaría arriesgarme a estar contigo...
Volteó a mirarla con una sonrisa tan sincera y pura que logro acelerar el corazón de Meg. La albina agarró las mejillas de su novia besando toda su cara con cariño sintiendo un ardor en su ojo(s).
— Me gustas mucho, demasiado.— susurró en el oído de su novia.
Ambas se miraron transmitiéndose sus sentimientos sin necesidad de hablar. Se dejaron llevar por el momento, comenzaron a acercarse para darse otro beso.
Tantos eran los sentimientos de las dos que sin darse cuenta la lengua de Meg estaba pidiendo permiso para entrar a la boca de la otra con una leve tocada en los labios de la mayor. Joy abrio su boca casi al instante, causando risa en la albina.
Con delicadeza volvió a unir sus bocas e introducir su lengua en la boca de la rubia que se notaba algo tensa, era como un nuevo nivel para ellas en su relación. Moviendo su lengua de un lugar a otro, recorriendo cada rincón que podía y de vez en cuando jugueteando con la lengua de Joy se encontraba Meg. La rubia también participaba, no con tanta efusividad como lo hacia la menor
Para Joy no era la primera vez que que hacia eso, aunque la diferencia es que esta vez era especial para ella.
Lo estaba haciendo con la persona que le gustaba y sí lo disfrutaba.
Las sensaciones eran maravillosas, lograban hacerla sentir una manera rara produciendo ese cosquilleo en su estómago. El cariño y amor se sentía en cada segundo al igual que la suavidad de la contraria. Sentía que estaba en el cielo.
Entrelazaron sus dedos mientras aumentaron la "potencia" de aquel beso haciendo que se agiten, sus rostros ruborizados se reflejaban en los ojos de la otra. Cada vez todo de tornaba más excitante para ambas.
Se separaron por la falta de aire, con respiraciones agitadas siendo unidas por un fino hilo de saliva. Juntaron sus frentes rozando sus narices.
Estaban tan felices.
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Dulce tentación - Mangloy
FanfictionVen y lee ewe ♥ ċaքítʊʟօs ċօʀtօs(? ♥ քօsɨɮʟɛ +18 ♥ քaʀɛʝa ɦօʍօsɛxʊaʟɛs, ʏʊʀɨ, ʟésɮɨċa. ♥ քɛʀsօռaʝɛs քɛʀtɛռɛċɨɛռtɛs a ɛɖɖ00ċɦaռ