Capitulo 4

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En la vida nos ocurren ciertas cosas que nos hacen preguntarnos._¿Porqué a mí?_Nos suceden cosas que creemos no merecer,pero debemos tener en cuenta de que toda acción tiene su reacción y que todo lo que nos sucede sea bueno o malo,tiene una reacción en nosotros mismos,en nuestras personalidades,en nuestra manera de pensar,en nuestras acciones. Lo malo nos hace fuertes,nos hace ser mejores,nos hace ser grandes y lo bueno nos hace valorar las pequeñas cosas,los pequeños momentos invaluables que suceden a lo largo de nuestras vidas.

Reacciono ante la llegada de Lucifer y levanto el mentón,si algo podía asegurar sin dudar es que nada ni nadie tocaría a Caleb para hacerle daño,tendrían que pasar por sobre mi cadáver.

-No le hagas daño- Dije lo más calmada que pude. Tomé a Caleb de la mano y lo coloqué a mi espalda,protegiéndolo.

-Pagarás por esto.- Su voz sonó contenida,furiosa y entonces tuve miedo,no por mí,sino por la vida que tenía detrás de mi,temblando y llorando en silencio por temor.

-No permitiré que lo toques Lucifer- Alcé la mirada con desafío,retándolo.

-Muy bien- Con un chasquido de dedos entraron 5 incubos,nos rodearon posicionándose para atacar.

Un incubo intentó tomar a Caleb,hice aparecer una de mis espadas y corté su mano,gimiendo se apartó intentando parar la hemorragia,otro intentó atacar,me agaché esquivando su ataque y clave mi espada en su estomago,dejándolo tirado en el suelo.

De una patada a mi brazo uno de los incubos hizo que soltara la espada,los otros dos me tomaron de los brazos antes de que hiciera otro movimiento y el tercero agarro a Caleb por el cuello.

-Annalise!- Gritó Caleb,sollozando. Forcejeé con los dos que me sostenían,intentando soltarme,si usaba mis poderes podía lastimar a Caleb.

-Suéltenlo-Sentía un nudo en la garganta al ver su rostro lleno de terror, de pánico-Lucifer-Le llame mirándole a los ojos- Haz lo que quieras conmigo,no lo lastimes- Supliqué.

-Llévenla a las mazmorras- Ordenó.

Me levantaron y me hicieron caminar hacia la puerta,miré a Caleb.

-No permitiré que te lastimen- Prometí

Intenté poner resistencia para que no me sacaran,pero a empujones lograron que saliera.

.........................

Tenía grilletes en mis pies y cadenas atando mis manos. Sentía que mi espalda ardía,quemaba,la sentía empapada con mi propia sangre.

-Setenta y nueve- Solté en un gemido lastimero al sentir el impacto.

-Ochenta-Jadeé.

-Es suficiente-Dijo lucifer sonriendo.- Con la espalda- Al parecer ochenta latigazos y hacer que los contase no habían sido suficientes,no para él- Debiste pensarlo dos veces antes de traer a esa rata a mi palacio.

Lo vi caminar hacia la mesa que estaba a mi izquierda,donde tenían todo tipo de armas para torturar. Tomó una barra de hierro forjado y caminó hacia mí,sonriendo divertido por lastimarme,por saberme herida.

-Te enseñaré a no ser débil- Impulsó la barra hacia atrás como si de un bate de béisbol se tratase y golpeó mi costado derecho. Mordí mis labios para no gritar,sintiéndolos sangrar al ser mordidos con tanta presión. Mordiéndolos para no satisfacerlo en lo que más anhelaba,para no darle el placer de oírme gritar de dolor.

Estaba viviendo un infierno pero solo pensaba en Caleb,en su rostro empapado por sus lágrimas, lleno de temor. Tosí sangre sintiendo mis costillas rotas y mi espalda hecha papilla.

-Podrás...lastimar-Aspiré aire por el esfuerzo que estaba ejerciendo al hablar- mi cuerpo,pero no mi voluntad.

-Eso está por verse- Volvió a impulsar la barra y golpeó mi rostro sin escrúpulos. El dolor punzante que sentí no se comparaba con ninguno en lo absoluto.

.........................

Me desperté exaltada al sentir un líquido helado impactando con mi cuerpo. Miré desorientada mi alrededor._¿La mazmorras?_ No comprendía que hacia allí.

Cómo si de un interruptor se tratase,flashes de recuerdos fueron llegando a mi mente. No había pasado mucho tiempo desde que caí desmayada puesto a que aún mis costillas dolían,la sangre en mi espalda aún se sentía húmeda y el dolor agonizante en mi mandíbula y pómulo izquierdo aún era latente.

-Lucifer te quiere despierta-Dijo un incubo con voz neutra,carente de emociones con un cubo de agua vacío entre sus manos.

Salió de la celda sin decir más y quedé totalmente sola. No era ingenua,entendía muy bien las cosas que sucederían pero quería pensar en que todo saldría bien. Lucifer la quería despierta para así poder sentir el infierno personal que le estaba haciendo vivir.

Sabia que nada bueno sucedería con Caleb.

No sabía cuanto tiempo había pasado pero si sabía que había sido bastante,sus heridas habían sanado en su totalidad,solo sentía una pequeña molestia en su mandíbula.

Intenté usar mis poderes por todos los medios pero por alguna razón cualquier intento en usarlos era nulo.

-Te preguntarás porque no puedes usar tus poderes- Habló lucifer,sorprendiéndome.- Es porque es una habitación fabricada para eso,para bloquearte.

-Es irónico- Dije con sorna. Me miró sin comprender a que me refería- Intentas aparentar no temerle a nada.

-Es porque no le temo a nada-Dijo con el orgullo pintando su tono de voz.

-Te equivocas príncipe del infierno- Dije con burla- Tu me temes,temes el no saber de lo que soy capaz-Reí con cinismo- Me temes porque no puedes controlarme.

-Cree lo que quieras-Me miró con ira- La rata que trajiste será ejecutada mañana mismo.

Sentí mi rostro palidecer,mi sangre se congeló y por un momento mi corazón dejo de latir. Recordar su inocencia,sus pequeños ojos llorosos de color gris mirándome con temor pero sin dudar en que lo protegería. Caleb creyó en mí,tuvo esperanzas y yo no lo defraudaría.

Vi cómo Lucifer se dirigía a la salida con expresión satisfecha.

-Lucifer-Le llame. Se detuvo sin voltear a verme.- No debiste decir eso.

Vi cómo su espalda se tensaba y finalmente salió.

Lucifer me teme. Le teme a lo que no puede controlar.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2018 ⏰

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