Pasos acelerados se oían ir y venir,era extraño sentir este tipo de agitación aquí abajo. El infierno se dividía en siete estaciones,los siete pecados capitales. Podía andar por los siete si así lo quería, pero vivo en el palacio de Lucifer,un inmenso castillo,donde se podían ver mujeres por doquier con diminutas prendas de vestir pero lo extraño del día de hoy es que se siente un ambiente pesado,no sólo aquí,sino en todo el lugar.
Me decidí por salir de mis aposentos a paso decidido. Lucifer dictaba ordenes con voz potente y yo aún seguía sin entender lo que estaba ocurriendo,a su lodo se encontraban Belcebú,Astarot,Asmodeo,Belfegor,Azazel,Ammón, Lilith,todos armados hasta los dientes.
-Annalise- Gruñó furioso Lucifer-Guiarás a los de segunda y tercera Jerarquía-Ordenó
-Que es lo que sucede?-Pregunté,todos voltearon a verme y por un momento me sentí incómoda.
-Ángeles exterminadores- Habló Azazel,demonio portaestandarte de los ejércitos de las tinieblas-Atacan a los caídos-Completó.
Me tensé en mi lugar y con un chasquido de mis dedos cambié mi vestimenta,iba completamente de negro,mi cabello quedó recogido en una cola alta,tras mi espalda iban mis dos espadas,las que nunca me fallaban.
Los Ángeles exterminadores eran enviados por Miguel Arcángel, estos no descansaban hasta haber cumplido su objetivo. Eran un verdadero dolor en el trasero.
-Oh,justo cuando tenía ganas de jugar- Sonreí de lado.
Me giré sin esperar a que alguien hablase y me fui sin más.
.........................
Todo era un caos, parte de mi rostro y de mi cuerpo estaban repletos de sangre,terminé de arrancar el ala de uno de esos asquerosos ángeles y su cuerpo quedó convulsionando en el suelo,una de las grandes debilidades de tanto ángeles cómo demonios eran sus alas y es uno de los motivos por las que casi no empleaba las mías, aunque para arrancarlas se requería la fuerza de un Arcángel,es mejor prevenir,mis alas no son comunes, a lo largo de la historia me lo han dicho,son el doble de grandes que una normal y son tan fuertes que ni una bala las perforaría.
Sentí movimiento a mis espaldas y con un rápido giro,tomando una de mis espadas en mi mano,la coloqué en el cuello de quien sea que estuviese a punto de atacarme.
-Piensas matar a la muerte?-Habló con un deje diversión pero manteniendo su rostro impasible,serio,inquietante.
-Al menos lo intentaría-Mi corazón se disparó al encontrar su intensa mirada.
No lo dejé responder,rápidamente lo hice quedar a mi espalda y me enfrente a uno de los ángeles que venía a atacarlo. Porque atacan al Ángel de la muerte?. Me agaché esquivando su ataque y pateé sus pies derrumbándolo en un rápido movimiento,en un intento por empuñar mi espada en su pecho me distraje y no vi venir la potente patada que dio en mi estomago enviándome un metro hacia atrás,gemí de dolor y me levanté cómo pude,un golpe en mi mejilla izquierda y otro en mi labio hizo remover algo siniestro dentro de mi,trató de golpearme de nuevo pero lo esquivé rápidamente y mi puño fue a dar a su nariz,liberé una honda expansiva que lo elevó por los cielos y antes de dar contra el suelo,batió sus alas y voló directamente hacia mi.
Me tomó por mi cabello y me elevó,lo golpeé múltiples veces pero aún así no me soltó,íbamos a una altura considerable,impulsé mis poderes a las palmas de mis manos,apunté a su pecho y lo solté,su pecho estalló llenándome totalmente de sangre. Comenzamos a caer a alta velocidad y entonces las liberé,suspendiéndome en el aire,tan imponentes como siempre,mis alas batían de arriba hacia abajo.
Aterricé de rodillas,estiré mis alas cómo se debe,hacia ya tiempo que no les daba uso. Me levanté y miré a mi alrededor,habíamos ganado.
-Bonitas Alas-Dijo Azrael,a unos pasos de distancia de donde me encontraba.-Negras cómo la noche-Las miró detenidamente.
-Gracias- Dije ocultándolas de nuevo,si las veía detalladamente se daría cuanta de lo que tanto intento ocultar.
-Linda pluma- Me tensé en mi lugar,para nada las oculté,se dio cuenta
-Eso no es de tu incumbencia-Siseé, me miró con diversión y sonrió de lado. Sentí una extraña agitación en mi pecho al ver su gesto.
Mis alas en su totalidad eran negras, y más fuertes que el titanio pero había solo una pluma de color blanco,tan blanca como las de un Arcángel.
El llanto de un niño bloqueó todo pensamiento habido y por haber de mi mente,barrí el espacio con la mirada y dos ángeles estaban por acabar con un bebé nefilim,un ser nacido entre un ángel caído y un humano,ojeé rápidamente a Azrael y éste miraba la escena que yo antes miraba. Miré de nuevo hacia el niño y el ángel estaba por enterrar una espada en su pecho.
Sin pensar en lo que hacia,batí mis alas por segunda vez en la noche y rápidamente cubrí el cuerpo del niño y el mío con éstas,la espada se oyó chocar con mis alas.
-Todo está bien,no llores- Le susurré al pequeño. Éste me miró por entre sus lágrimas- Nada te pasará,estás a salvo- Murmuré lo más suave que pude.
En un rápido movimiento tomé el cuchillo que estaba oculto entre mis botas ,me giré rápidamente y lo clavé en el pecho del ángel que iba a asesinar al niño,cayó a mis pies. Por el rabillo de mi ojo percibí movimiento ,giré agachándome justo a tiempo para que el otro ángel no clavase su espada en mi espalda, golpeé con mi puño derecho la mano que sostenía su espada y con el izquierdo golpeé su estomago, tomé la daga que tenía en mi cinturón y degollé su garganta,en un acto de reflejo llevó sus manos al sitio y se desangró frente a mis ojos.
Busqué al niño con la mirada y lo encontré mirando horrorizado lo que acababa de hacer. Di un paso hacia él,retrocedió dos asustado.
-No debes temerme- Dije con sutileza. Mi pecho se oprimió con un extraño sentimiento,esto es sentir dolor?.no quiero que me teman,no quiero ser una aberración.
-Tu...tu vas a...lastimarme?- Dijo tartamudeando con voz asustadiza.
-No pequeño,no te haré daño- Dije. Me miró con desconfianza así que opté por mantener distancias-Donde están tus padres?- Agachó la mirada y vi lágrimas recorrer sus cachetes regordetes- Oh,lo lamento-Murmuré con pesar.- Tienes a donde ir?- Niega cabizbajo. Suspiro exasperada y paso mis manos por mi cabello quitando la coleta a su paso,lo dejo caer libremente por mi cintura y vuelvo a pasar mis manos por el mismo en signo de nerviosismo, si lo llevo conmigo estoy expuesta a otra paliza o peor aún,que se la den al niño. Dejarlo solo aquí no es una opción para mi.-Como te llamas?- Pregunto al fin sin saber que hacer.
-Me...me llamo Caleb- Dice en un susurro apenas audible.
-Muy bien Caleb,vendrás conmigo- Digo tratando de convencerme más a mi que al pequeño. Levanta rápidamente su pequeña cabeza y clava sus ojos asustadizos en los míos-Ven, mientras estés conmigo nada te pasará- Le extiendo mi mano para que sea el quien se acerque, no quiero asustarlo.
A pasos cortos e inseguros va caminando hacia mi,levanta su pequeña mano y toma la mía lentamente y con temor. Me enderezo y volteo buscando sus obscuros ojos,cuando los encuentro tiene algo indescifrable en su mirada.
-No dejas de sorprenderme- Sin más,desapareció.
Muy bien,tengo una cita con una paliza porque sin dudar no iba a permitir que tocaran al niño. Haría arder el infierno con tal de mantenerlo a salvo.
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Annalise
Fantastik¿Quién no me temería? ¿Quién no le temería a Annalise? ¿Quién no le temería a la hija del Diablo? ------------------------------------------- GRAN ESTRENO: 01/01/2018