capitulo 3

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Un  adiós inesperado 

El nombre de los meses ya anunciaban el final del año escolar. Los momentos vividos juntos eran más especiales a pesar de la brevedad de minutos compartidos pues solo teníamos el descanso para estar solos, cada segundo era congelado cuando nuestras miradas se conectaban llegando hasta lo profundo  de nuestras almas. 

presentes de cuerpo en la escuela pero nuestros corazones volaban más alto rodeando las estrellas para poder llegar a nuestro lugar favorito, aun no desconocido por el mundo pero descubierto por nosotros. nuestro propio pedacito de universo y que afortunada fui de poder emprender ese viaje junto a el.

noviembre 20.

- Hoy es el ultimo día de clase- palabras pronunciadas con sentimientos de descanso y melancolía de parte de la maestra.

-¡Que!  en que momento noviembre había llegado para darle fin al año escolar y indicarnos que diciembre se acercaba con tanta rapidez la buena compañía y los momentos alegres  puede hacernos perder la noción del tiempo tanto así que se detiene frente a nuestros ojos la vida no se detiene y avanza sin importar.

me sentía muy triste, sabia que no volvería a ver a Fagam   hasta enero porque  el no vivía en el cerca si no en una pequeña finca a 20 minutos del pueblo y solo venían al pueblo cuando debía ir a la escuela. mis ojos se cristalizaron enseguida y un nudo en la garganta me acorto la respiración solo escuchaba el tic tac de las manecillas del reloj rogando oír la campana para salir del salón a desahogarme y intentar asimilar que debía separarme un tiempo de Fagam.

la campana sonó y solo corrí, corrí hasta llegar a un lugar poco conocido por mis compañeros. Era mi refugio lo  halle  un día que golpearon tanto mi cuerpo hasta quedar satisfechos, ese día no entre a las ultimas horas de clase deseando poder desaparecer de ahi, que mi dolor solo fuera una ilusión, imaginando un lugar donde poder resguardarme de los malos que desaparecían mi débil sonrisa. Detrás de unos arbustos , unos cuantos centímetros de tierra enlodada  encontré una pequeña cueva hecha por arbustos frondosos. esas 3 ultimas horas las pase hay llorando y sacando el lodo que se encontraba hay colocando unas hojas de cuaderno. ensucie todo mi uniforme   de lodo   ocultando  así  la sangre de las heridas que me habían hecho ese día. 

-¡¿Lía?!- era Fagam por el tono en que volví a escuchar mi nombre se encontraba preocupado. paso 1 minuto cuando lo vi, tenia los ojos rojos y sus mejillas mojadas por las lagrimas.

Solo lo vi y salieron mis lagrimas con mayor intensidad. No pronunciamos palabra alguna solo sentí como sus brazos se entrelazaban en mi espalda y mi pecho se  acercaba el suyo, mi rostro cayo en su pecho  cerca a su corazón solo llorábamos. Sus lagrimas se posaban sobre mi cuello y las mías eran absorbidas por su camisa.

pasaron varios minutos y oí la voz de mi padre quien había venido a recogerme mi corazón se acelero en segundos y el terror invadió mi cuerpo    haciendo temblar mis piernas por el alto sonido de su voz imagine que llevaba varios minutos esperándome.

-Te quiero- la voz de Fagam me tranquilizo un poco.

- debes irte, tu papá te golpeara-  dijo Fagam con una sonrisa en su rostro y los ojos cristalizados a tal punto que es casi inevitable  decirle a las lagrimas que no salgan de hay para liberar dolor.

-Te quiero mucho nos veremos pronto es una promesa- salí corriendo de hay lo más rápido posible para que mi papá no sospechara nada.

-¿cual es tu demora?, no estoy para esperar hasta que te dignes a llegar para irnos -dijo papa.

- lo siento papi no volverá a ocurrir- le dije con la voz temblorosa y apuñando mis manos para no llorar más.

hubiera deseado  haberle dado un abrazo de despedida pero el miedo nublo mi mente, aun recuerdo ese abrazo un suspiro sale de mi. Todo estará bien.

Mi Primer AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora