Sobrenaturales (Zodiaco).

Preocupación.

Marcó por séptima vez al teléfono de su novia pero ella continuaba sin responder lo cual lo tenia muy desconcertado, él no se caracterizaba por ser un novio celoso ni desconfiado pero si le preocupaba que ella no respondiera ya que generalmente tardaba segundos en hacerlo o se disculpaba diciéndole que estaba ocupada y que hablaran luego, nunca existieron problemas de comunicación entre ambos, hasta el día de hoy.

Halo de su cabello frustrado, el tanto escuchar la contestadora lo volvía loco. Su preocupación estaba empezando a crecer más rápido con cada llamada que ella no contestaba y le era inevitable soltar un gruñido de desesperación.

Como último recurso tomo prestadas las llaves del auto de su padre y a pesar de que eran las 11:34 de la noche condujo a casa de novia para asegurarse de ella estuviera bien, quizá simplemente estaba dormida y él era un exagerado pero había pasado todo el día sin contestar llamadas o mensajes y eso no es lo usual en ella. Después de unos veinte minutos se estaciono en uno de los vecindarios más costos de la ciudad en frente a una gran casa de color blanco, el rubio fue hasta la parte trasera de la casa y escalo una de las paredes que lo llevaban a las ventanas del segundo piso, lo cual no le tomo mucho tiempo debido a que lo había hecho otras veces.

Al llegar al pasillo del segundo piso solamente le quedaba llegar hasta la habitación de su novia que estaba al final, pero antes de que siguiera avanzando un frío le recorrió el cuerpo y por alguna extraña razón el aura de la casa no es como la que él  recuerda, se sentía más solitaria y escalofriante. Él decidió ignorar eso y fue hasta la puerta de la habitación de su novia, al tomar el pomo en sus manos logró escuchar una respiración agitada y suave así que sin pensarlo abrió la puerta, busco con la mirada a Ella hasta que la vio en una esquina de la habitación abrazando sus piernas mientras su cabeza se escondía en sus rodillas, ella no parecía haber notado su presencia.

-Ella. -dijo el rubio y ella inmediatamente levanto la vista, sus ojos parecían estar inyectados en sangre y sus colmillos eran más puntiagudos. -¿Que te p...

-Sage, tienes que irte ahora. -lo interrumpió antes de que terminara su oración y el inmediatamente frunció el ceño negando, no había dado señales de vida en todo el día lo mínimo que le debía era una explicación.

-No me iré a hasta que me des la mejor excusa que puedas tener sobre esto. -se cruzo de brazos y noto que los colmillos de Ella se alargaron un poco más. -¿que te paso?

-Sage, de verdad necesito que te vayas ahora, te lo explicare después pero ahora debes irte. -dijo y lanzo su cabeza hacia atrás de golpe mientras sus ojos se ponían blancos por un momento, él trato de acercarse para ayudarla pero ella alzo una mano dándole a entender que tenia que detenerse. -Puedo oler tu B negativo desde aquí, ¡vete ahora!. -grito fuertemente mirándolo a los ojos y tomando por sorpresa al muchacho.

-¡No voy a irme hasta que me digas que te pasa, joder! -le grito él devuelta viendo como ella hacia lo mismo que antes, hechar su cabeza hacia atrás de golpe y poner los ojos en blanco como si estuviera poseída o algo así, pero esta vez dejo salir un grito y cuando volvió a mirar a Sage se relamio los labios antes ponerse de pie para acercarse a él, el muchacho no sabia como reaccionar así que simplemente se quedo de pie viéndole acercarse hasta que ella en un rápido movimiento ataco el cuello del rubio.

Cuando al fin se separo del rubio este se estrello contra la pared al no poder mantenerse en pie, su mirada asustada no podía apartarse de Ella quien ahora tenia la mandíbula llena de sangre y luego sin dirigirle una sola palabra a su novio salio de la habitación corriendo.