Mi destino flores de cerezo [SasuSaku]

Capítulo 21: Mi pequeña, Sarada

Mis latidos comenzaron a acelerarse ¿qué me pasa? Me cuestione interiormente. Sabia controlar cualquier tipo de situación pero al parecer esto no estaba dentro de mis habilidades, un bebé en camino no es algo que hubiese experimentado y agregando, en este caso, que era mío.

Sakura comienza con las primeras contracciones que estaban cada cierto tiempo, yo simplemente no estaba listo para ayudarla, quería llevarla a un hospital pero estábamos en medio del bosque y salir de aquí tardaríamos demasiado; tampoco podía levantarla porque ahora la veía muy incómoda.

- Necesitamos buscar un lugar para que pueda dar a luz - me dice con calma tratando de no afectarme.

Pienso y recuerdo que a pocos metros había un lugar donde quizás podrían ayudarnos.

- Vamos por aquí - le digo acompañando sus pasos y sosteniéndole la mano mientras en cada contracción me apretaba fuertemente la mano. Luego de caminar unas horas llegamos a un sector donde se formaba una loma de donde salía una cueva de rocas.

- Este es un escondite de Orochimaru - explico el asunto.

- Nos ayudaran - responde con una sonrisa algo dolorosa.

Entrando, salen dos de mis excompañeros a nuestro encuentro, Sugeitsu y Karin. Sabia el conflicto que existía entre ellas, esperaba que la situación cambiara las perspectivas.

- ¿Sasuke? - dice viéndome mi compañero e intentando ver lo que pasaba - Creo que esto no es un hospital - menciona y de repente la mujer de cabello rojo le lanza una mirada. El queda callado y quieto, además de atemorizado.

- Necesitamos ayuda, no podremos llegar - digo aclarando el escenario en el que nos encontrábamos.

Sakura tiene otra contracción al parecer más fuerte, aprieta mi brazo agachándose un poco. La sostengo, inclinándome un poco hacia ella.

Karin se acerca al lado de la ojijade y la toma conmigo.

- Por aquí tengo un lugar que podría servir – Menciona a la vez que nos llevaba hasta una área de laboratorio, específicamente su sitio. La recostamos en una camilla que tenía.

Mi esposa estaba sudando y algo adolorida trataba de no demostrarlo demasiado podía verlo, cada momento me observaba pendiente de mis acciones. Ella no sabía si estaba listo para esto y tampoco yo.

Karin trajo todos los instrumentos para hacer de partera. En ambiente se puso tenso de un momento a otro, el dolor incremento, empieza a pujar.

Yo la sostengo y estoy pendiente, no quería estar allí, no tenía idea que hacer o que decir pero algo en mi ser quería permanecer a su lado y ver nacer a nuestro hijo.

- Tu puedes - alienta a Sakura para que de todas sus fuerzas.

Y en eso un recuerdo viene a mi mente.

Andábamos en el bosque yo pensaba en mi rol como padre, no sabía cómo tendría que ser con el o ella. Suspire.

- Dime que piensas - me dice tratando de descifrar mis pensamientos.

Sinceramente me apenaba mencionarlo pero era, creo, que imaginable proveniente de mí las dudas de buen trato para nuestro bebé.

- En él - digo mientras toco su vientre y le regalo una curvatura en mis labios.

Ella deja una sonrisa en su rostro.

- ¿Ya pensaste un nombre? - me cuestiona - pues yo ya tengo si es niño Sanosuke - dice alegre luego de meditar un nombre ideal para nuestro posible hijo. Simplemente yo asiento aceptando su propuesta.

Esto no era parte de mí, ser un esposo soñador pensar en el futuro, en los buenos momentos llenos de alegría, a veces no me sentía yo mismo, me desconocía. Y pensar un nombre, para una niña, una niña que quizás tenga un aspecto similar al mío y que este enlazada no solo por la sangre sino también de sentimientos. Esto, me lo hacía muy difícil. No tenía idea. Simplemente no me importaba en una parte, pero para Sakura era importante que yo me involucrara en esos pequeños detalles. Ella me conocía demasiado bien y me dio a escoger entre dos nombre - Escoge, Tu puedes Querido -

- Sarada - Digo mencionando el posible nombre de nuestra hija el cual había elegido por la similitud entre nuestros nombres. Un detalle para poder enlazar de otra manera más nuestras vidas.

- Me encanta - dice - serás un gran padre – declara alegre.

Fin de recuerdos.

Un gran padre, no sabía cómo serlo ni en que consistía pero lo único que sabía era que le daría la mejor protección y seguridad que pudiese debido a que ellos ahora son parte de mi vida, mi familia.

Algo interrumpe mis pensamientos. Un llanto fuerte y tan tierno a la vez, que no era ruido. Se escuchaba tan lleno de vida, lleno de amor.

El tiempo comienza a pasar lento en mi visión tenía el rostro de Sakura agotada y gimiendo pero ahora una sonrisa se apoderaba de ella, rebalsaba de alegría.

- Es una niña - Declara la pelirroja trayendo la bebé envuelta a los brazos de la mujer de cabello color de flores de cerezo.

Yo aún no la había visualizado, solo venia un bebé cubierto de mantas. La ojijade descubre su rostro aun lloraba.

Me reclino para verla, su cabello era completamente oscuro su rostro estaba algo morado, quizás por sus vigorosos pulmones trabajando. Era tan pequeña, tan delicada simplemente perfecta mi hija, Sarada.

Acerco mi manos para poder tocarla, se estaba calmando en los brazos de su madre. Acaricio su cabecita, curvo mis labios. E intento contener la felicidad que ahora me envolvía. Sakura suelta una risa de alegría, yo siento caer algo tibio por mi rostro. Estaba feliz y ahora completo.

Ella se veía tan frágil, necesitaba cuidarla, protegerla y darle el amor que ella necesita. Observo todo lo que acontecía en la sala en completo silencio, Karin nos había dejado a solas.

- Es perfecta - dice mi esposa acariciando a la bebe que ahora estaba tranquila en sus brazos.

Mis emociones comenzaban a desquiciarme, de alguna manera no quería mostrar mi debilidad, -sentimientos- y un lugar así solo me traían malos recuerdos; de odio, venganza e imaginarme a Sakura, ahora mi esposa, siendo víctima de mi desatino e insensatez .

Salgo del lugar mientras Karin entraba a verlas.

- ¿Sasuke? - escucho mi nombre.

Queridos lectores:

Debido al poco tiempo que me doy para mis obras, es por ello mi atraso, voy a tratar de terminarlo este año. Gracias por su paciencia. Espero que lo hayan disfrutado. 

Lau