Deseos Inconfesables.

Deseos Inconfesables. Capitulo 2

Capitulo 2:

Al día siguiente de haber llegado a la finca de la familia de mi novia, después de una noche en vela, con las ojeras bordeando mis ojos, salí como a las 09:00 am de la casona para dibujar bocetos del paisaje campestre. Aquel paisaje es una preciosidad. Me maravillaron los jardines de rosas blancas.

Luego de haber dibujado varios bocetos finalmente como a eso de las 13:00 horas de la tarde dirijo mis pasos inconscientemente al sitio dónde los obreros están restaurando.

Me acerco a la cabaña del cuidador de la finca para dibujarla porque es quizás más antigua y tradicional que la misma casona. Ayer los obreros estaban dando los últimos retoques al tejado y a las paredes externas del lado trasero de la casona. 

No hay nadie a la vista en el sitio de la obra de restauración, por lo que siento desilusión.

Cuando soy consciente de que podría encontrarme con Alejandro a solas, quiero dar media vuelta para marcharme rápidamente, aunque mi intención en el fondo es verlo.

Muy en el fondo no quiero irme sin antes volver a ver, a quién me trajo hasta aquí en primer lugar.

Doy unos pasos en dirección a la casa grande cuando de pronto escucho esa voz inconfundible llamándome por mi nombre a mis espaldas, voz que se ha repetido como eco en mi memoria. Me doy la vuelta lentamente, preparándome mentalmente para enfrentar a esa persona a la que temo y a la vez me fascina.

Pretendo remediar la primera impresión negativa que seguramente él se hizo de mi el día anterior, para que me trate como lo haría con otro hombre. Con naturalidad y comodidad. Lo decidí en las horas nocturnas que pase despierto dando vueltas y más vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño.

Rememore estando acostado en mi cama, estando a solas, sin la compañía de Claudia, cada detalle de mi primer encuentro con aquel arquitecto. Y al hacerlo note algo que antes no note por estar fantaseando a ojos abiertos con él. Recordé en la soledad de aquella habitación la actitud de mi novia.

Estando el día de hoy frente a él, sin mi novia presente puedo hacerle frente a cualquier comentario despectivo respecto a la atracción que sentí por él. Atracción que él descubrió. Seguramente le molesto hasta el punto de la irritación la forma lasciva con la que lo observe. Además debo reclamarle por estar teniendo una aventura tórrida con la mujer con la que pretendo casarme.

La noche anterior descubrí el mismo estado de embeleso que experimente yo por Alejandro de parte de Claudia. Entre ellos hay algo. Estoy seguro.

Alejandro era el motivo del nuevo brillo de Claudia. Ella esta enamorada de él, por eso su distanciamiento de mi.

Debido a este hombre Claudia tiene el afán de pasar cada tarde en la finca. Ella quiere estar a su lado, quiere seducirlo, o mas bien quiere continuar metiéndose en la cama con él.

Comprendo totalmente el interés que Alejandro despertó en mi novia ya que él es todo lo que yo no soy.

El es hetero y por lo tanto puede hacerle sentir cosquillas en la panza. Con él ella puede disfrutar del deseo y de la pasión. El podría amarla como se merece.

Este hombre hasta a mi me atrajo peligrosamente.

Tengo gusto por cosas y personas que destacan, aunque mi habilidad como artista plástico es hacer destacar la belleza de algo simple. 

Las cosas simples poseen una belleza que pasa desapercibida para los ojos de los demás, como por ejemplo; una lluvia de cerezos en flor, las hojas amarillentas y anaranjadas cayendo de los arboles en otoño, un ave pequeña, gris y tierna posada en una rama de un árbol, la expresión triste de un perro callejero, o un anciano en el parque dando pan a las aves.