capitulo 23

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  Camila regresó al monasterio tras un par de días de ausencia, durante los cuales había acudido a la oficina del sheriff para prestar declaración. Al poco de regresar, se deshizo de su cabestrillo y se puso a trabajar con un grupo de mujeres, cavando y creando parterres alrededor del nuevo templo que estaban construyendo. Aprovechó una breve pausa para dirigirse a una fuente a beber, tras lo cual se puso a dar vueltas estirando un poco la espalda y hombros y recordando la conversación que había mantenido con Dinah el día anterior.
 

****
 

—¿Qué te pasa, Dinah?, estás muy callada... _ Dinah pareció avergonzarse.

Me siento una estúpida contándote esto; con todos los problemas que tienes tú...

—Si algo te afecta tanto, no puede ser estúpido. ¿De qué se trata?

Normani acaba de ir a ver a mi padre, para que le quite la escayola.

—Pero eso son buenas noticias, ¿no?_ Dinah vaciló.

Sí y no. Eso significa que Normani está a punto de volver al servicio activo. De hecho, tiene que regresar a Washington pasado mañana. ¡Diablos, Camila!, ¿cómo has soportado que Lauren se marchara? Parece como si me estuvieran arrancando el corazón.

   Camila no tenía respuesta para eso. Se había recriminado varias veces no haber retenido a Lauren, pero en cuanto recuperaba el sentido común, admitía que esta no había tenido otra opción que marcharse y ella, que dejar que se marchara. En un alarde de sinceridad, acabó respondiendo:

No me hagas preguntas tan difíciles. Ellas son así y, de hecho, ¡la primera razón por la que me enamoré de Lauren fue porque es tan puñeteramente ética y honesta!_ Y, aclarándose la garganta, añadió:—Aparte de porque es increíblemente sexy, claro._ El tono de Dinah sonó más positivo.

Ya, es cierto._ Camila saboreó sus pensamientos durante unos instantes, antes de asegurar:

Pero te puedo prometer una cosa: si... no, quiero decir, cuando acabe todo esto y regrese a casa sana y salva, va a tener que esperar mucho, mucho tiempo, antes de que la deje volver a escaparse de mi vista. Me da igual lo que digan ella o el gobierno. No se va a librar de mí ni con una orden de alejamiento.
 

***
 

   Camila estaba sonriendo bajo el sol, cuando Elaine interrumpió sus dulces pensamientos.

Hola. Pareces feliz. ¿Estás disfrutando del siempre duro trabajo de cavar y plantar?_ Y se sentó a su lado.

—¡Oh, no!, quiero decir... sí. Bueno, lo cierto es que me resulta muy placentero. Es muy extraño, Elaine, es como si pudiera sentir todas esas pequeñas flores y lo felices que son simplemente estando aquí. Suena un poco a chifladura, ¿no?_ Y se rio de forma tímida.

No es ninguna chifladura. En un lugar como este te puedes abrir a todo y absorberlo._ Entonces un nubarrón cubrió el corazón de Camila y Elaine lo notó.—Pero te gustaría poder compartir todo esto con Lauren, ¿no es así?_ Camila se giró hacia ella, sorprendida.

—¿También puedes leer la mente?

—Oh, no, en realidad no. —Elaine lanzó una ligera risa—. Mira, a mí también me encanta compartir este lugar con mi familia y amigos, y con Mike. Sé lo mucho que la echas de menos. ¿Por qué no lo compartes con ella?_ Camila se quedó mirándola sin saber muy bien qué pensar.

Operación furor de tormenta (Camren) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora