Capítulo 22 - Sin Miedo

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POV MÍA

Llevábamos una semana sin saber nada de James, pareciera cómo que la tierra se lo hubiera tragado.

Había agotado todas las alternativas habidas y por haber.

Mi casa parecía un hotel lleno de gente, Isa, papá y mamá se quedaban conmigo todo el día, me vi forzada a decirle la verdad a Nathan, quien entendiendo a penas la situación, lo único que logró fue largarse a llorar al saber que su padre estaba desaparecido.

Tenía un policía haciendo guardia en la puerta de entrada y en la del jardín vigilando por si alguien quería acercarse a nosotros.

Apenas me percaté de que la letra en la carta que dejó supuestamente James no era con su letra, procedí a llamar a nuestro abogado Andrew para que me indicara qué hacer ya que si bien yo sabía que esa no era la letra de James necesitaba tener pruebas de ello para ir a la policía, por ello Andrew contacto a un perito calígrafo amigo de él.

Una vez que lo contactó, logramos que viniera a casa, si bien le pedimos que solo confirmara que era una falsificación de la letra de él, también logró sacar algo así cómo un aspecto psicológico de quien sea que falsificó la firma, resulta que el amigo de Andrew también era grafólogo, y se encargaba de lo que es el estudio científico encargado del análisis de la escritura de una persona.

Y definitivamente después de todo su análisis sobre la escritura de la carta en comparación con otros documentos donde se encontraba la letra de James, se llegó a la conclusión de que no era la misma letra, pero que si había un patrón de similitud en algunas letras, y que eso podía llegar a indicar que la falsificación había sido realizada por alguien cercano a J, alguien cómo un familiar, debido al patrón que se lograba ver en la letra la persona que escribió la carta podría incluso haber estado presente durante la niñez o parte de la casi adolescencia de James.

Con toda esta información fuimos a la policía, quienes después de hablar con Andrew, y gracias a que él y su amigo tenían contactos importantes logramos más rápidamente obtener algo de ayuda.

Andrew y mi padre insistieron en lo de los guardias en casa por cualquier caso, ellos estaban seguros de que quien hubiera secuestrado a James, cosa de la que ahora estábamos seguros, iba a ir tras nosotros en caso de no obtener lo que quisiera por parte de J.

A pesar de todo lo que pasaba, yo sabía que James no haría nada en contra de nosotros, que daría todo por protegernos y que eso podría jugar en contra de él, poro que arriesgaría incluso su vida por vernos sanos y a salvo a Nate y a mí, y todo eso es lo que me tenía con el alma al filo del abismo, el miedo a que hiciera alguna tontería me tenia preocupada y desbordando lagrimas cada noche cuando lograba encerrarme en la habitación.

Yo era fuerte, yo soy fuerte, iba a ser fuerte por todos nosotros, iba a enfrentarme al mismísimo infierno por mi familia, pero necesitaba tener alguna señal de que James estaba bien, necesitaba saber que estaba ahí, vivo, aún amándome, amándonos.

Estaba por ir a darme un baño, para luego ir a prepararme un té antes de intentar descansar un rato aunque sea, ya que sabía que se necesitaba de mi en buen estado, y no me iba a permitir caer en depresión cómo lo hice con la muerte de Iván, él no me permitiría derrumbarme, no lo voy a hacer ahora que mas me necesitan tanto Nathan cómo James.

Justo en el momento que estaba por meterme al baño mi teléfono celular comenzó a sonar.

Me apresuré a llegar al teléfono, en la pantalla del mismo aparecía un número desconocido.

Con un nudo en la garganta procedí atender, algo me decía que no era nada bueno lo que estaba por escuchar.

- Hola- dije cómo pude , quise parecer confiada pero el nudo en mi garganta hizo que pareciera un simple susurro

- Hola pequeña Mía, tanto tiempo.

- Quien habla?- pregunte sin reconocer la voz de quien me hablaba

Una risa resonó, una risa bastante siniestra y que denotaba una maldad con la que nunca antes me había enfrentado.

- Veo que estas bastante vigilada Mía, pero si quieres recuperar a James, mas te vale que quieras salir por tu propio pie, un auto te va a estar esperando a dos cuadras de tu casa, no quiero policías, ni a nadie que pueda interferir en mis planes, así que más te vales que vengas sin teléfono ni nada que pueda hacerme caer en una trampa, sino ten por seguro que acabaré con la vida de Jamie, estoy contando el tiempo pequeña Mía, mas te vale que en menos de 20 minutos estés donde te dije.

Luego de eso la llamada se cortó, no tenía opción, nunca me había acobardado, no lo iba a hacer ahora, solo esperaba que todo saliera bien, porque no iba a dejar solo a mi hijo en esta vida, pero tampoco iba a dejarlo sin padre sin haber hecho lo posible por salvarlo.

Tal cómo estaba vestida, lo único que me puse encima fue una campera porque afuera estaba refrescando, cómo no podía llevar el teléfono, procedí a dejar una nota de pasada en la mesita de luz del comedor para Andrew e Isa, ellos sabrían qué hacer, todos estaban durmiendo menos los policías de las puertas, y me llevé el reloj con GPS y brújula que mandaba señal directa a nuestra computadora en casa, el cual Iván me regaló en uno de mis cumpleaños, ya que cuando tenía mis salidas de trekking con Isa, normalmente nos perdíamos y siempre perdíamos 2 horas buscando las salidas de los circuitos que visitábamos.

Cómo pude me escapé, por una de las ventanas por las cuales solo yo sabía que nadie podría ni entrar ni salir al menos que conociera esta casa tan bien cómo yo y la cual era imposible de registrar que existía.

La misma me daba salida a uno de los costados de la casa, por lo cual no fue difícil de escaparme.

Llegué donde me había dicho el hombre por teléfono, y observé el único auto estacionado, y al hombre apoyado en el costado del mismo

Me acerque al mismo, el señor me abrió la puerta, y sin titubear pero muriéndome de miedo por dentro ingresé al auto, dentro del mismo me sorprendí al ver a una señora, la cual pro su rostro aparentaba tener al menos 10 años menos que mi madre.

- Hola tu debes de ser Mía

- Si, soy Mía- dije tratando de que mi voz saliera segura- ¿puedo saber quien es usted?

- No, no puedes, pero lo que si debes de saber es que yo voy a ser tu salvación y la de tu pareja

- ¿Qué tengo que hacer?

- Por ahora solo acompañarme, el resto te lo diré una vez te deje de vuelta aquí. ¿es un trato?

- Trato – contesté, para luego observar cómo el auto arrancaba, llevándome hacia vaya a saber dónde, pero segura de que si ese camino me llevaba a James, no dudaría en seguirlo mil veces, eliminaría todos mis miedos con tal de recuperarlo.

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Acá esta un nuevo capítulo el cual  espero que disfruten, gracias a todos  por los votos en mis distintas novelas y por su hermosos comentarios. En esta ocasión el capítulo va dedicado a : @CarmenPichardo2 y a @YuliDelBagge.

BESOS Y ABRAZOS A TODOS DESDE SAN JUAN - ARGENTINA

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