El Juego De La Botella [Tae Y Tú]

I

¡No puede ser!

¡Al fin voy a ingresar a la universidad que siempre quise!

Es solo para hombres pero eso no me detendrá, desde pequeña he querido ingresar en esta universidad. Que en mi último año de estudios alguien haya cambiado todos mis planes, no cambiará mi desición.

Siempre quise ir a una universidad tan importante como esta, a pesar de tener que compartir habitación con hombres.

Mi primer día de universidad, estaba muy nerviosa. Pero desde que era pequeña quería venir aquí.

Entré gracias a que mi papá era amigo del director, tuvieron un pequeño acuerdo. El cual decía que yo podría estar en la universidad mientras actúe como un hombre.

Pero no solo actuar, tendría que vestir, comer y hasta hablar como un hombre.

Parecería fácil pero solo había un pequeño problema, yo no tengo ningún hermano, por lo que nose como se comportan los hombres normalmente.

Casi estoy rezando para que me toque con chicos feos. Dormir con chicos lindos no debe ser fácil.

Bueno, iba a tener que empezar a rezar a más de un dios ya que estaba tocando la puerta.

Cuando la abrieron, decidí hacerme atea ¿Por qué? Pues me había encontrado con uno de los hombres más guapos que había visto en mi vida.

Estaba vestido con un pijama a juego que le quedaba chico, por lo que se le pegaba al cuerpo, tenía el cabello despeinado y una sonrisa que derretiría a cualquiera.

- Hola, ¿Quién eres?

- Soy su nuevo compañero de cuarto... eh... Jack.

¿Enserio? ¿No podía ser un poquito más feo? No pude evitar echarle un ojo a su trabajado cuerpo, me lo imaginé saliendo del gimnasio, transpirado, con una remera muy ajustada...

Basta, deja de fantasear, se supone que eres hombre.

- ¡Oh! Hola Jack, me dijeron  que vendrías, yo soy uno de tus compañeros de cuarto. Creo que tu cama es la de allá.

La habitacion era muy linda, tenía un toque moderno pero el director había dicho que eran de cuatro personas y allí habían ocho camas.

- Jimin... eh... ¿Por qué hay tantas camas?

- Ahh, eso es porque estos eran dos cuartos pero tiraron la pared y quedó uno más grande de lo normal. Ven, te voy a presentar a algunos de los chicos.

Así que no estaría con tres chicos, sino con siete... bien...

Empezamos entrando a la cocina, allí habían cuatro chicos jugando con su comida.

Jimin carraspeó, entonces todos dejaron de jugar y me miraron. ¡Oh por dios! ¡Era uno más lindo que el otro!

- Chicos, él es Jack nuestro nuevo compañero de cuarto.

- ¡Oh! ¡Hola Jack! Soy Taehyung, no sabría que tendríamos un nuevo compañero.

Empezó uno muy guapo quien también estaba con un pijama, pero éste era más grande que el de Jimin. Luego de hablar siguió jugando con las zanahorias, tenía una voz muy grave pero parecía un niño mientras jugaba.

- ¡Hola Jack! Yo soy Seokjin pero puedes llamarme Jin. Ven, siéntate con nosotros.

Enserio, parece modelo. Me acerqué a ellos, notaba un ligero sonrojo en mi rostro.

- Soy Jungkook.

Fué lo único que dijo ya que estaba ocupado jugando con Taehyung.

Luego de unos segundos corrí la mirada ya que me había quedado mirando su transpirado cuerpo que se pegaba a su remera, él se dió cuenta y se sonrojó notablemente.

- ¡Holaa! ¡Yo soy Hoseok! ¡Espero que nos llevemos bien!

Este último tenía una hermosa sonrisa, parecía un sol, irradiaba luz y felicidad.

Me quedé un tiempo charlando con ellos, no solo eran lindos por fuera. Por dentro eran de las mejores personas que había conocido.

Ser hombre iba a ser difícil si compartía la habitación con ellos.

Unas horas después escuchamos la puerta. Jungkook fue a abrir, y entraron dos hombres, estos parecían más maduros que los otros. Sin mencionar que estaban solo con bata.

Al entrar se quedaron viéndome yo solo podía pensar que lo único que traían puesto era una bata.

Pasaron, se presentaron y se quedaron hablando con los chicos en la cocina. ¿Eso era normal?

Para la cena, Jin había cocinado, como regalo por mi entrada a la universidad. Cocinaba muy bien, lo único incómodo fue que todos estaban comiendo en pijama.

Pero algunos no dormían con pijama, solo dormían con boxers, y pues... así comían... solo con boxers.

Si esto fue la primera noche, los días siguientes caminaban, básicamente, sin nada.

A pesar de lo descuidados que eran, tengo que admitir que pensé que iba a ser más difícil convivir con tantos hombres. Ellos se preocupaban todo el tiempo sobre si tenía frío o si no dormía bien, todos eran muy atentos.

Lástima aquellos "descuidos", como una mañana en la que me estaba preparando para ir a la clase y entré al baño, sin tocar la puerta.

Qué error.

Lo único que ví fue a Jungkook saliendo de la ducha, sin toalla, sin boxer, sin nada. Completamente mojado... con gotas de agua cayendo por su pecho... aún con los ojos cerrados. Y lo único que hizo al abrirlos, fue una media sonrisa, burlándose de mi roja cara.

Luego de eso cerré la puerta y me fui a mi clase pero no me pude concentrar, pensé en eso el resto del día ¡Pero no es mi culpa! ¡¿A quién se le ocurre sonreír con una sonrisa tan perfecta cuando te acaban de ver desnudo?!