Rick x Morty | One shots |

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Capítulo dedicado a: dudtsraw
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— Dije que te quedaras quieto, maldito cyborg de mierda. — protestó el castaño, mientras adentraba un destornillador en el recibidor que el adulto tenía implantando en la cabeza para seguir reparándolo.

— Soy un robot pero eso no quita que tenga sentimientos al igual que tú, mocoso estúpido. — gruñó el ajeno, mientras giraba bruscamente su cabeza y tomaba al más pequeño del mentón, rozando sus labios. — Y el único sentimiento que tengo ahora es el de querer hacerte mío..

Evil Morty estaba acostumbrado a que su fiel creación lo contradigera de esa manera, al fin y al cabo, en algún momento de su vida ese Rick había sido un humano normal y corriente como uno de los tantos iguales a él que se encontraban repartidos en todo el universo y dimensiones. Esas actitudes de borracho melancólico y caliente no se le irían por más implantes robóticos que tuviese en el cerebro. Y a Morty, de cierta forma, le gustaba.

— Hoy voy a salir. — masculló ignorando por completo ese depravado comentario, arrastrando sus palabras con un pesado suspiro mientras se ponía de pie y le daba la espalda al mayor.

Este último imitó su acción, poniéndose de pie, y lo atrajo hacia él, rozando su miembro con el trasero y posicionando sus manos en la cintura del más pequeño, depositando húmedos besos en su cuello.

— Uhm, ¿Tienes que irte hoy, bebé? ¿No quisieras quedarte para que te de lo que más te gusta? — su voz sonaba tan ronca y sexy que Morty tuvo que morder su labio para contenerse y no pedirle que lo follara ahí mismo.

— He dicho que no. — se mantuvo firme y se dio la vuelta, quedando frente a su Rick. El peliazul colocó sus manos en la mesa de trabajo de Morty, acorralando al más pequeño. — Ya, Rick...quítate.

Ahora era el malvado Morty quien besaba el pálido cuello de Rick a pesar de su objeción, para luego subir y besar desesperadamente sus labios. El ambiente comenzaba a calentarse debido a la fricción de sus cuerpos. En medio del beso sentía la cicatriz en el labio de Rick rozar con su cavidad bucal, y eso solo lo hacía calentarse más y más. Los gemidos del pequeño aumentaban debido a que el mayor comenzaba a levantar su camiseta amarilla y jugar con sus pezones. Su cuerpo tembló bajo el tacto ajeno mientras que con sus manos firmes alborotaba su cabello azul.

El beso se vio finalizado por parte de ambos debido a la falta de aire, dejando un rastro de saliva a su paso. Una vez más Morty mordió su labio inferior y se acercó a Evil Rick, delineando los labios del contrario con su lengua.

Habían pasado dos años desde que había logrado su objetivo de vida; capturar a Rick c-137. Le daba rabia el simple hecho de recordar cómo su plan había fallado e incluso esos estúpidos e inservibles Mortys habían acabado con la vida de su Rick cyborg.

Luego de que lo reclutaron junto con miles de otros Mortys a la Ciudadela, fue a estudiar a la escuela de preparación para que un nuevo Rick lo adoptase.

Mientras que por el día llevaba una vida normal de un estudiante adolescente, por la noche se encargaba de reparar a su Evil Rick una vez más para que pudieran llevar acabo su maléfico plan y esta vez sin ningún tipo de error.

Ese día, era su graduación donde le asignarían un nuevo Rick.

Se había sumido tanto en sus pensamientos que no se percató que se encontraba debajo de Evil Rick sobre su mesa de trabajo, y que el adulto estaba lamiendo su estómago y aproximándose a sus pantalones.

El castaño gruñó de furia y estiró su mano con la intención de tomar el parche de su ojo que tenía el transmisor que controlaba a Rick, para darle la orden de que se aleje de una maldita vez.