Parte 4

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Lo que mas temía había ocurrido una del linaje del cuervo la encontró, no podía permitir que ella obtuviera tanto dolor inimaginable, ya había sucedido una vez, hace casi un siglo, y yo era ese muchacho que alguna vez fue normal pero esa maldición alcanzo a mi familia, es por ello que tuve que desaparecer y dejar a mi niña en un linaje perdido, en el que la marca del cuervo no fuese capaz de encontrarla, durante ese siglo me encargue de que mi linaje se mantuviera oculto, pero ahora tenia que manchar mis manos de sangre para que siguiera manteniéndose así. Klya era parte de mi linaje la última perteneciente a la tercera generación, si lograba que cursara los veintiuno sin que un cuervo tomase el poder suficiente para dejar de pertenecer a la marca del cuervo, klya podría seguir su vida sin saber de este linaje, que es conocido como la leyenda del los Urh. Nuestro poder iba mas allá de lo que el linaje del cuervo conocía o decía sobre nosotros. Nuestro linaje fue creado para darle fin al sufrimiento de los cuervos, pero no obstante una vez que termináramos con su transformación a humanos ellos tenían que morir por lo que nuestras manos eran entintadas en sangre, algo que en definitiva no quería que siguiera ocurriendo, ningún cuervo había sabido los términos de su transformación es por eso que ellos nos buscaban incesantemente sin saber que a lo que corrían era a su muerte. Aun entre los Urh había una leyenda que decía que si un Urh era capaz de enamorarse de un cuervo antes de su transformación a humano, este seria liberado de su cambio por marca de nacimiento y si el Urh lo amaba demasiado una vez que viese el hilo oscuro de la muerte, una lagrima del Urh que lo amase le sanaría de aquel terrible destino.

La Marca del Cuervo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora