Capítulo ocho

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[ —Holly James, ¿Me das otra oportunidad para demostrarte lo mucho que te amo? ]

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[ —Holly James, ¿Me das otra oportunidad para demostrarte lo mucho que te amo? ]

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Un suave golpe en mi puerta hizo que alejara mi atención del espejo por un segundo

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Un suave golpe en mi puerta hizo que alejara mi atención del espejo por un segundo.

—Adelante —murmuré con voz suave, agregando un poco más de lápiz labial en mi boca.

La puerta se abrió lentamente y madre asomó su cabeza, cuando sus ojos hicieron contacto con los míos a través del espejo, me lanzó una dulce y amorosa sonrisa, entrando en mi habitación.

—Cariño, te esperan abajo —informó, pasando sus manos por las invisibles arrugas de su pantalón negro. —¿Aún no estás lista?

—Sí, mamá. Sólo dame un segundo, ¿de acuerdo? —la miré por un momento. Había un brillo en sus hermosos ojos color verde, los cuales no se había molestado para nada en heredarnos a mí o a Emily. Sus labios estaban pintados de un suave color rosa y vestía un pantalón negro y una linda y elegante blusa de vestir color azul marino.

Ella era hermosa, el paso de los años no le habían afectado en nada. Definitivamente muchas mujeres desearían verse de esa misma manera, yo esperaba verme así en un par de años más.

Miré mi reflejo en el espejo, dándole una última repasada a mi vestimenta y mi rostro, me sentí conforme con la manera en la que me veía, asentí a mí misma y me giré para ver a mi madre de nuevo, ésta me da una radiante sonrisa y me mira con orgullo.

—Oh, cariño. Me siento tan feliz de que finalmente estés actuando como una jovencita de tu edad —dijo, llevándose una mano hacia su pecho, sus ojos se llenaron de lágrimas y de inmediato los míos también, pero intenté lo más que pude en no llorar. No quería arruinar mi maquillaje que tanto tiempo y esfuerzo me había costado.

—Mamá, por favor —susurré, acercándome a ella y le doy un fuerte abrazo.

Mamá se separa de mí, limpiando sus mejillas y hace un intento en sonreír. —Ya. Esta bien. No vas a arruinar tu cita por culpa de esta mujer mayor que no puede controlar sus emociones —rió entre lágrimas, mientras tomaba mis manos entre las suyas.

Netflix and FriendzoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora