Capítulo cuatro

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[ —Siempre me he preguntado cuál es el sabor de tu boca

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[ —Siempre me he preguntado cuál es el sabor de tu boca. ]

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—Estás realmente jodida, hermanita —Emily murmuró mientras esperábamos a que el ascensor llegara al piso de Justin

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—Estás realmente jodida, hermanita —Emily murmuró mientras esperábamos a que el ascensor llegara al piso de Justin. Jacob soltó una carcajada ante las palabras de su prometida y yo le fruncí el ceño a ambos con molestia.

—Gracias por tus palabras de aliento, dulce hermana mayor —dije con sarcasmo. Las risas de Jacob aumentaron, haciendo que en mi cuerpo creciera una necesidad de golpearlo, y eso mismo hice. Como me encontraba en medio de ambos, sólo tuve que hacer un pequeño movimiento con mi brazo para golpearlo en su duro abdomen, haciendo que se quedara en silencio de inmediato y se doblara, colocando sus manos sobre el lugar afectado.

—Auch —jadeó.

—Lo merecías. Eres un idiota —le dije, sacando mi lengua como una niña pequeña. Jacob imitó mi acción, haciendo que se desatara una pequeña batalla entre nosotros, hasta que fue suficiente para Emily.

—¡Ya basta! —chilló. —Se comportan como unos jodidos niños. Maduren.

—¿A mí que me dices? —chillé. —¡Tu prometido idiota no dejaba de reírse con su risa de cerdo! Además, él es mayor que yo. Debe de comportarse mejor.

Jacob de inmediato se calmó y me miró con fingida molestia. —¡Yo no tengo una risa de cerdo, gnomo! —dijo indignado.

—¡Es suficiente! —chilló Emily de nuevo. —Ella tiene razón... Sobre que eres mayor y debes completamente mejor.

Jacob la miró por unos segundos y después él y yo nos soltamos en carcajadas.

Entonces  el elevador sonó, indicando que ya habíamos llegado al piso, los tres salimos y comenzamos a caminar hasta el apartamento de Justin.

Emily y Jacob venían a entregarle la invitación para la fiesta de compromiso, que sería en una semana.

Y como hoy era viernes, venía a nuestro ya no tan tradicional maratón de películas. Me dolía darme cuenta de que tal vez, y sólo tal vez, el final de nuestra amistad estaba llegando, y yo ni siquiera me había puesto a trabajar en lo nuestro.

Netflix and FriendzoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora