Capitulo II

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Camila POV.

-¡KARLA!

Abrí los ojos asustada, mierda, aquella vez sí que me había quedado dormida. Anoche había llegado a casa media hora después de salir del trabajo y al ver la hora en mi mesa de noche, vi las 7:00am marcadas en el. Gruñí tapándome la cara con la almohada y escuchando los golpes en la puerta.

-¡VAS A LLEGAR TARDE!

¡NO ME IMPORTA! - Apenas grité eso me arrepentí y salté de la cama, tomando la toalla y corriendo para el cuarto de baño con mi mamá pisándome los talones.

-¿Qué dijiste, Karla Camila?

-¡Que te amo! - grité nuevamente mientras me desnudaba y ponía el calentador a funcionar. Relajé mi cuerpo en la ducha mientras todos los acontecimientos de la madrugada volvían a mí y me golpeaban con fuerza. Estaba loca, estaba desquiciada, iba a ganarme una nueva amonestación y perder por lo minimo dos días de trabajo. Malditos hombres manos largas, había sufrido altercados con ellos pero nunca habían llegado a tocarme, todo habían sido palabras, miradas y hasta ahí, pero lo de esta madrugada me había marcado, me dejó totalmente descolocada.

Salí de la ducha colocándome lo primero que encontré y tirándome el chaquetón de la noche anterior encima nuevamente. Bajé sin demasiado animo pero sin poder sacarme de la cabeza esos ojos verdes que me habían mejorado la noche casi sin querer, pesar de sus primeras intenciones. De golpe recordé la propina que había ganado anoche. Pasando por el lado de mi madre le planté un beso en la mejilla y me senté al lado de Sofía, como de costumbre.

-A final de esta semana te voy a llevar al McDonalds, enana.- la cara de mi hermana al decirle eso valia las horas de sueño que me perdía, sin duda alguna. Mi madre me miro con una ceja levantada.- ¿Qué?

-¿Es en serio, Mila?.- Yo solo asentí con la cabeza mientras tomaba una taza de café humeante, se levantó de su asiento y me abrazo el cuello con sus bracitos.- ¡ERES LA MEJOR HERMANA DEL MUNDO!

-Soy la única que tienes, tontita.- ambas reimos mientras ella corria escaleras arriba.- ¿Y papá?

-Te dejó mil bendiciones, que te extraña, ya ustedes no se ven nunca.- Sabia que mi madre algunas veces se sentía culpable de mis ojeras y mis bostezos, pero teníamos que trabajar duro los 3 para darle calidad de vida a mi hermana.- ¿Están buenas las propinas?

-Sí.- no era capaz de contarle los incidentes que tenia en el trabajo a mi madre porque, sin mediar, no me dejaría trabajar allí nunca mas, pero de Michelle sí le podía hablar.- Anoche una chica que gano un buen pote me dejo 500$ madre, es mas de lo que gano en propinas en una semana algunas veces.- Los ojos de mi madre se abrieron con sorpresa, a lo que reí y ella también. Nos abrazamos, sabia que saldríamos adelante, poco a poco, lo haríamos.- Me tengo que ir, Chris esta vez no puede venir. -Besé la frente de mi madre y tomé mi mochila con el uniforme del Excalibur dentro, salieron hacia la parada de los buses que iban hasta la universidad.

Nada mas bajarme pude ver a Ashley caminar la misma ruta que yo, así que me uní a ella enganchando mi brazo al de ella con una sonrisa en los labios.

-Anoche fue un buen dia de propinas.- reí mientras me pegaba un poco más a ella, dándole un leve empujón.

-Me conoces demasiado bien.-

Llegamos a la universidad y entramos a la primera clase de aquel día, me sentía animaba, a pesar de que mis recuerdos se iban a la nalgada de anoche, se veían opacados por unos preciosos ojos verdes, sonreía porque a pesar de que había sido una salida al principio, me defendió, me llevó a casa y me ayudó a darle una alegría a mi hermana, aunque ella no fuese consciente de eso.

Look at Me. || CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora