Capítulo IV

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CAMILA POV

Aquella tarde/noche se estaba volviendo demasiado pesada para mí. Odiaba los días en los que Dinah tenía un día libre porque, ella y yo éramos las que más rápido trabajábamos, nos entendíamos totalmente, congeniábamos. Por algo ella era una de mis mejores amigas a pesar de tener poco tiempo conociéndola. Entré a la zona de las empleadas para descansar un poco mis pies, observando a una de mis compañeras retocarse su labial.

-¿Cansada, Camilita? - dijo en su tono tan… amigable, le sonreí sin muchas ganas mientras volvía nuevamente a salir, encontrándome con Ian en la barra sirviendo tragos como si de un robot se tratase.

-Mesa 10, Mila, están esperando de hace un buen rato, es que son tan… Dios, ve, toma.- dejó la bandeja en mis manos mientras me encaminaba con toda la gracia que los tacones y mi torpeza natural me lo permitieron.

Mis rodillas casi fallan cuando observé una melena negra azabache en la mesa a la que iba, todos los tragos de mi bandeja eran cocteles menos uno, una cerveza. Tragué grueso mientras nombraba los cocteles y repartía, no la quería ver, iba a desfallecer si sus ojos se pasaban en los míos. Llegó el turno de la cerveza y me llevé una decepción, era otra chica quien ocupaba el puesto de la persona que desee fuera.

Me regañé mentalmente, seguramente esa chica no iba a aparecerse por ahí otra vez, había sido algo de un día y era extraño, jamás me había sentido así con nadie, ni siquiera mis ex novias me habían hecho sentir esas ganas de escupir mariposas por la boca.

Serví trago a un par de mesas más, dándome cuenta que no me daba abasto cubriendo las mesas que normalmente nos tocaban a Dinah y a mí en una sola noche. Lo más rápido que pude fui hasta la oficina de mi supervisora, Allyson.

-Necesito ayuda, Ally…- suspiré apenas entré, la chica rubia me miro a través de sus gafas.- Es el día libre de Dinah hoy.

La pequeña chica golpeó su frente soltando los papeles que tenía en su mano.

-Lo resolveremos y… tengo que hablar contigo algo, Mila, supongo que ya sabes de qué se trata.- Asentí saliendo detrás de ella hacia la barra, seguro me asignaría a alguna de las chicas.

-A ver, Ian la lista de las empleadas del día de hoy.- Ian le facilitó
un papel un poco arrugado y mojado con una cara apenada, la vista de Ally se paseó por esta, parando en un nombre.- Dile a Arianna que cubra el puesto de Dinah hoy, pueden resolver tres personas en la mezzanina.- tanto Ian como yo asentimos a la voz de mando de la pequeña chica.

A los siguientes minutos, Arianna venía con cara de pocos amigos. En la mezzanina se recibía mejor propina, todos los días.

-¿Ni siquiera puedes cubrir tus mesas por ti sola? ¿Cómo es que puedes trabajar aquí siquiera? – su voz era veneno puro, lleno de rabia y se notaba demasiado. Respiré mientras tomaba una orden en conjunto con ella, la mesa era la más grande y habían pedido demasiadas bebidas.

-Mesa 8, chicas.- dijo Ian mientras nos encaminábamos ambas a la mesa llena de gente, intentaba pensar en otra cosa mientras veía los cocteles e iba diciendo los nombres de cada uno.

Sentí un calor en mi cara de un momento a otro, una mirada me seguía y de un momento a otro me sentí paranoica, hasta que giré la mirada y me tope de frente con esos ojos verdes que me habían estado atormentando desde ayer. Mierda. Observé mi bandeja, no había cervezas en ella y de pronto la voz de Arianna diciendo “cerveza” me sacó de mi letardo. Michelle levantó la mano sin dejar de observarme, hasta que  Arianna estuvo a su lado y le susurró algo, le sonrió, ella le sonrió a Arianna mientras esta le hablaba, esa intimidad que compartieron me hizo sentir tan extraña, vacié mi bandeja y me dirigí a la barra con un calor nada normal en el cuerpo.

Look at Me. || CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora