Capitulo 11

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Narra Cepeda

Después de la contestación de Aitana me fui a duchar. Necesitaba despejar las ideas. Estaba seguro que lo que empezaba a sentir era por estar aquí encerrado sin estar en contacto con mi novia.

Después era la hora de cenar. Estaban todos sentando y hablando. Cuando cogí la comida me senté en mi sitio y Aitana empezó a hablar De Vicente. Notaba como me miraba a veces con lo que contaba. Sabía que por una parte me jodia pero gracias a dios me preguntaron por Graciela... aquí podría comprobar si a Aitana le molestaba o lo daba igual.

-Pues se llama Graciela y es periodista de Real Madrid-
- Ualaaaaaa entonces conoces a alguien del madrid?-
-No eso ya no- me empecé a reír.
-Y como es?- me preguntó Ana
- Pues es morena, con pelo ondulado,ojos marrones ..- mientras miraba a Aitana.
-Vamos pivonazo- soltó Ana

Solté mi sonrisa nerviosa ante esa contestación. Baje la mirada y la volví a subir sonriendo. De pronto miré a Aitana y tenía ojos de pocos amigos y estaba seria. Bien hecho.

Día de la gala.

Nuestra actuación fue un poco "mierda" pero gracias a dios me salvaron. Juan Antonio era uno de los primeros nominados. Siguieron nombrando a gente y llegó el momento de Aitana.

"Te proponemos para abandonar la academia" bufé ante esa frase. Rezaba por que le salvasen los profesores y gracias a dios así fue.

De camino a casa Aitana no paraba de llorar. Quería consolarla pero después de lo que había pasado esta semana creo que lo mejor era mantenerme al margen. Lo que menos quería era agobiarla.

Durante el chat pusieron vídeos de los familiares y de pronto apareció Vicente. Vi como Aitana empezó a llorar por lo que suponía quien era. Dijo que era Vicente. El famoso Vicente. Pues tampoco tampoco es tan guapo. Si es un crío comparado con Aitana. Podía notar como ella sonreía con las palabras de Noemí.

Por una parte sentí alivio porque me esperaba gran cosa por parte de Aitana. No se, que diría algo más de te echo de menos o te quiero o no se pero no dijo nada.

Cuando acabó el chat Aitana se fue corriendo. Por una parte me extrañó pero supongo que tendría una urgencia o algo.

Fui a ponerme el pijama. Mientras Alfred y Amaia estaban sentados en los asientos hablando de la gala. Se notaba que Alfred empezaba a tener un interés por Amaia. Que monos pensé.

Todos se cambiaron y se metieron en la habitación. Solo quedábamos nosotros tres y Aitana en el baño. Llevaba bastante tiempo ahí dentro. Me dirigía para llamar a la puerta pero pensé que mejor no.

-Hasta mañana chicos- les dije
-Adiós Cepeda, descansa- me dijo Amaia.

Me metí en la habitación cuando de pronto escuché a Alfred chillando.

Salí de nuevo corriendo y vi a Aitana como que no podía respirar. Fui hacia ella corriendo.

-Tranquila enana, no pasa nada, respira- mientras le apartaba las lágrimas de su rostro.

Empezó a respirar tranquilamente. Iba a volver a llorar pero la abracé. Ella me respondió más fuerte. La di un beso en la cabeza.

-Estoy aquí siempre, no lo olvides por favor- le dije mientras nos abrazábamos. No podía verla así. De pronto llegó el médico y nos apartamos.

-Será mejor que nos vayamos a otra sala Aitana para que estes más relajada-
-Quiero que venga Luis conmigo-

Ante eso la miré con ojos como platos.

-¿No será mejor que estes sola? Creo que necesitas relajarte- insistió el médico
-Lo que menos quiero es estar sola- sentenció.

Ante eso comprendí que era lo que le pasaba... se había sentido sola toda esta semana. Antes de irnos, Aitana se puso el pijama. Nos llevaron a una salita que estaba en otro piso a donde se encontraba la academia.

-Si necesitáis algo, nos decís cualquier cosa-
-Perfecto, gracias-
-cuídala mucho- me dijo el médico sonriendo
-No lo dudes- sonreí

Tras eso cerró la puerta. Miré a Aitana y ella me miró a mi. Creo que ninguno sabía muy bien lo que hacer.

-Lo siento- le dije

Me miró extrañada

-Lo siento por que?- me preguntó.
-porque creo que yo soy el culpable de todo esto-
-No, de veras, no te sientas así- me miró con esos ojos verdes.- La única culpable soy yo por haberme alejado de ti cuando más te necesitaba-

Ante ese comentario la abracé. Creo que era lo que necesitaba y yo también. Estuvimos así durante un tiempo. En esta salita había una cama y un sofá. Cuando iba a separarme del abrazo vi que Aitana se había dormido. La cogí y la llevé a la cama. Iba a ir al sofá cuando de pronto dijo

-No te vayas, túmbate aquí conmigo, por favor-

Y así hice. Nos tumbamos y nos miramos. No hacía falta decirnos nada. ¿Sabéis esos silencios que son incómodos A? En este caso no lo era. Ambos nos quedamos dormidos en esa cama. Todo había vuelto a cambiar o eso esperaba.

SAY YOU WON'T LET GO 💙🧡 #AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora