Destiny

Prólogo

—Cálmate de una vez Alison—escuché decir a un preocupado Cristhian —¿Que sucede contigo?

—¿Qué sucede conmigo?—pregunté entre lagrimas, aquí venía el vómito verbal —Vine a esta maldita ciudad porque quería un cambio y lo sabes, buscaba la tranquilidad, ¡Jesús! Mírame ahora, soy un completo desastre y todo esto es su culpa, estoy cansada de fingir ser algo que no soy, de sentirme inferior siempre, y llega él que lo único que hace es coquetear con todas las malditas zorras que existen y me molesta mucho, siempre está buscándome y exasperándome, sacando lo peor de mí, ¡siempre me lleva la contraria!, todo le hace gracia, es jodidamente irritante, me hace querer arrancarme el cabello y llenarlo de golpes, y lo odio, lo odio demasiado, porque ahora no puedo alejarme de él, no quiero hacerlo —Ahogué un leve sollozo y los ojos de cristhian se abrieron en su totalidad

—Dulzura..—Comenzó hablar -con ese tono lastimero que tanto odio- pero lo interrumpí bruscamente alejándome más.

—¡NO!—grité, estaba desahogándome —Yo solo, no creo estar lista para todo esto ¿sabes? No quiero que pase algo más, rompa mi corazón y volver a ser la Alisson que ya dejé atrás, no quiero apegarme más a él.

 Si alguien me decía hace un buen tiempo atrás que yo, Alison Green iba a estar diciendo estas cosas, juro que los hubiera tomado de locos, yo no era así, y esto me hacía sentir débil, algo que siempre odié. Vine aquí tratando de despojar mi ser de lo que la muerte de mi padre hizo conmigo los últimos años; y en cuanto lo vi a él, a James, supe que mi vida daría más de un rumbo inesperado, pero supongo que de eso se trata la vida, va dando vueltas y vueltas poniéndote en diferentes problemas, alegrías y demás, hasta que por fin te encuentras a ti misma, te sientes tan plena que entonces y sólo entonces, descubres tu destino, lo sientes y si no es así, aún no has acabado.