CAPITULO 3

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-Porque quiero conocerte más, y supuse que esta sería una muy buena oportunidad- Sus ojos se cerraron, se notaba por su cara que ella realmente estaba cansada

-Esta bien, iré por mis cosas, ya vengo-

-No te demores Andy-

-No lo haré-

Salí de la enfermería casi corriendo, me dirigí al salón en donde había dejado mis cosas, recogí todo y revise para que no se me fuera a quedar nada. Cuando llegue a la enfermería ella seguía acostada, me dirigí a dónde estaba la enfermera, hice un breve sonido con mi boca, como un silbido pequeño, ella me miro.

-¿Ya se van?-

-Si señora-

-Vamos, los acompaño hasta la entrada- Dijo ella sacando una silla de ruedas de un pequeño cuarto.

Le ayude a sentar a Valentine en la silla de ruedas, apenas ella estaba sentada cogí mis cosas y las de Valentine y salimos de la enfermería. Al llegar a la entrada de aquella institución la enfermera cogió mis manos y las situó en la silla de ruedas.

-Cuidala- Dijo antes de volver a caminar por el grande pasillo que conducía a la enfermería. "Claro que si" me dije a mi mismo antes de seguir caminando.

No habíamos andado mucho cuando me fije en que no sabía en dónde vivía Valentina.

-Valentine-

-¿Si?- Dijo con voz ahora un poco ronca

-Tu casa, ¿En dónde es?-

-Queda a una calle, ¿Ves ese árbol grande justo allí en esa esquina?- Me dijo y señalo un grandísimo árbol que sobresalía de los otros árboles.

-Claro que lo veo-

-Genial, ¿Ves esa casa de color blanco al frente del árbol?-

-Si, también la veo-

-Hay vivo yo-

Me alegre al escuchar su respuesta, no sólo no me cansaría al llevarla en la silla de ruedas, si no que vivía muy cerca a mi. Camine y camine, hasta que por fin una gran puerta color dorado estaba al frente de nosotros.

-Las llaves están en mi bolso- Dijo ahora con un poco más de fuerzas

Busque en su bolso y efectivamente estaban sus llaves, un bonito llavero con figuras de alas de todos los colores me llamo la atención.

-Me encantan las alas- Dije

-A mi también me encantan, son como parte de mi- La mire extrañado y ella se dio cuenta, a lo que sólo que me respondió alzando un poco los hombros.

-¿Que llave es?-

-La que esta pintada de verde y rojo-

Busque y la encontré. Introduje la llave en la única abertura que había en esa gran puerta. Gire hacia la izquierda y no abrió, así que gire la llave hacia la derecha y si abrió. Volví a colocar mis manos en la silla de ruedas y entre con ella a su casa. Cerré la puerta y me dispuse a caminar por un largo y amplio pasillo.

-El último cuarto es el mío-

Fije mi mirada en el último cuarto, estaba cerrado, supongo que sin llave. Camine, cuando llegamos a la puerta gire la perilla, abrió, entramos y yo la ayude a bajarse de la silla para poder acostarse en la cama.

-Gracias Andy, te debo una-

Es hay cuando recordé ¡Mi madre!, me ha dicho que tengo que llegar temprano. Busque en mi pantalón mi celular, eran solamente las diez, todavía tenía bastante tiempo así que no me preocupe.

-Supongo que no me podrás acompañar a mi casa hoy después de todo-

-Claro que si podré Andy, sólo fue un pequeño desmayo, es todo-

-¡Pequeño! Por lo que me contó tu amiga, que estaba bastante preocupada, estabas realmente mal o al menos así te veías Valentine-

-Es una exagerada, ¿No ves?, ya estoy mejor- Y es verdad, ya estaba tomando un poco de color rojizo en las mejillas, sus ojos ya no estaban tan apagados, su voz sonaba mejor.

-¿Segura que me quieres acompañar?-

-Claro que si. No me lo perdería por nada- Su respuesta me puso realmente feliz pero, ella de todos modos me seguía preocupando. Su amiga me había dicho que tenía un pequeño charco de sangre.

-Valentine, ¿Porque estabas sangrando?-

-No es nada- Dijo en un tono evasivo

-Claro que es algo, no creo que andar sangrando por hay sea normal, algo te pasa-

-Hay Andy, si supieras- Dijo y soltó un pequeño suspiro

-Pues cuéntame, para eso vine, para que me cuentes de ti, para conocernos mejor-

-Te contare, pero, prométeme algo-

-¿Si?-

-Prométeme que diga lo que te diga, me ayudarás y no me juzgaras-

-Si supongo-

-¡Prometelo!-

-Si Valentine, te lo prometo-

-Andy, todo empezó cuando le fallé a el...-

50 DIAS PARA SALVAR A UN ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora