Todo saldrá bien // KiriDeku (Pausada)

Capítulo 1. Conflicto

Otro conflicto de nuevo. Los gritos de Katsuki y Midoriya se escuchaban por todo el salón, e inclusive, en el pasillo.

El jefe de clase, Iida, interviene en el conflicto para detenerlo inmediatamente, más solo fué ignorado por ambos chicos.

— Te dije que no te metieras en asuntos que no te incumben, idiota — gritó amenzante el chico problemático mostrando gran irritación reflejada en su cara.

— Nunca quieres escuchar Kacchan, te he dicho varias veces que dejes de ser tan egocéntrico y ayudes a todos, tienes que seguir el plan, somos un equipo — dijo con cierta duda y temor el pecoso.

Un joven pelirojo, sentado muy cerca del suceso, escuchaba el diálogo con cierta tensión en el cuerpo. Sabía que en cualquier momento podrían agarrarse a golpes, debía estar atento.

Katsuki, con bastante ira, golpeó cierta silla provocando a Midoriya, obviamente en señal de que él sería el siguiente en ser golpeado.

Un escalofrío recorrió a todos los pocos presentes dentro del salón, los cuales eran Kirishima Eijirou, Kaminari Denki, Iida Tenya, Uraraka Ochako y los dos involucrados Midoriya Izuku y Katsuki Bakugou.

Izuku, recuperando su seguridad y aprentando los puños, se plantaba frente al joven explosivo para hacerle frente, y quizá, hacerlo entrar en razón.

— ¿Piensas que haciendote el machito te salvarás de ésta, Deku? — amenazó Katsuki dando un paso hacia adelante.

El chico de lentes estaba apunto de salir corriendo por el profesor Aizawa, no podía dejar que una pelea tan peligrosa se desenvolviera en el aula de clases.

— Hey... No te atrevas a ir por el profesor o volaré el lugar en pedazos ¿oíste? — mencionó Katsuki dirigiéndose a Iida sin retirar la mirada de su oponente.

— ¡No te atrevas a meterte con ellos Kacchan! Ellos no tienen nada que ver en ésto — exclamó Midoriya con preocupación, no quería que ninguno de sus amigos saliera lastimado.

— En ése caso tu serás el que volará en pedazos — respondió con una tétrica sonrisa el joven.

— Vamos chicos, no peleen, se meterán en serios problemas si utilizan sus quirks aquí dentro —  aclaró con nerviosismo Uraraka.

El peliverde y el cenizo no apartaban miradas en ningún momento, era como si hubiera un ardiente fuego entre la distancia de sus miradas.

— Chicos, Uraraka tiene razón, no hay que arriegarnos — mencionó Kaminari tratando de interrumpir el incómodo silencio dentro del aula.

— Ya escuchaste Kacchan, dejemos ésto en paz por el bien de to... — la mirada de su contrario cambió a un estado muy violento, sin dejar terminar la frase a Izuku, Bakugou decidió dar el primer golpe.

La mano de Katsuki se alzó en dirección a la cara del joven Midoriya, el cuál, por imprevisto no podría defenderse de ése posible ataque. Sus ojos se nublaron y su seguridad se derrumbó. Su compañero iba a explotarle la cara sin remordimiento.

Posiblemente ambos ya estuvieran cansados de mantener esa relación tan inestable durante todos esos años, pero la solución estaba tan lejana que no habría manera de revertir todas esas malas experiencias juntos.

Se escucharon tres pisadas y la mano de Katsuki se detuvo. Todo pasó en tan poco tiempo que nadie supo que había ocurrido. Volteando a esa dirección, Kirishima había detenido el brazo de Katsuki con su gran fuerza.

— ¿¡Qué piensas que estás haciendo!? — gritó algo alterado Bakugou — ¿Quieres que también te explote la cara? —.

— Bakugou, escuchame, ésto está pasando los límites, no lastimes a Midoriya por una tontería como ésa — respondió con una mirada muy seria, poco común en Eijirou.

Bakugou le miró con cólera, puede que la confianza que había estado cosechando con Kirishima hasta ese momento, se hubiera desmoronado en tan solo unos segundos.

Nadie notó que en medio de ésa escena, Iida y Uraraka habían salido corriendo en busqueda del maestro. Kaminari decidió aprovechar la situación y desaparecer de ésta escena, nadie quería verse involucrado en éste asunto.

Bakugou estaba muy molesto, pero no podía hacer nada hasta ése punto. Izuku, por su parte, estaba algo confundido, su nerviosismo no lo dejaba concentrarse.

Eijirou era el único que estaba un poco más tranquilo, sabía que si no hacía algo, regañarian a  todos. Aizawa o algún otro maestro, posiblemente ya estaría en camino directamente al salón. Debía buscar una salida.

Era un inmenso agujero sin salida, Kirishima sosteniendo la mano de Katsuki que apuntaba en dirección a la cara de Izuku, sí hacía un movimiento en falso todo se desencadenaría en una peligrosa tragedia.

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¿Qué podrá hacer Kirishima para evitar que sean heridos o castigados? Eso y más en el proximo capítulo!

Fecha de edición: 27/07/2018