Capítulo 4. Tensión

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La alarma resonó por aquella masculina habitación. Algunas pesas fuera de su lugar, un poco de desorden en el ropero, pero destacaba dentro de su deportiva habitación el desvelado chico de pelo entintado de rojo. Sus ojos miraban el grisáceo techo de su habitación perdido en sus pensamientos, ni siquiera aquella ruidosa alarma lo sacaba de aquellos pensamientos tan perdidos como un astronauta en medio del espacio sin nave.

 — ¿Eijirou? ¿Estas ahí cariño? — resonó una voz detrás de la puerta que daba a la habitación del joven, era su madre, la cual posiblemente se despertó con el incesable sonar de la alarma de su hijo - se te va a hacer tarde para ir a la escuela, apresúrate.

— Si, ya voy madre — respondió el menor a su madre con rapidez, a su vez, apagó la ruidosa maquina localizada en su buró. 

El oji-rubi se sentó en la orilla de su cama, sus palmas sudaban de nerviosismo. ¿En qué lío se había metido? Katsuki en su contra y Midoriya a su lado, seguramente al llegar a clase ambos morirían nada más encontrarse con el de pelos esponjados y alborotados.

Con pesadez se talló los ojos y se encaminó al baño, sitio en el que se bañaría para iniciar el día. Tenía que calmarse, no podía llegar hecho un manojo de nervios a la escuela, todos notarían la extraña actitud del chico alegre de la clase. Se peinó de la misma manera de siempre, esos pelos parados tan característicos que no podían faltar.

El tiempo pasaba con rapidez, y al percatarse del tiempo transcurrido, ya llevaba bastante tiempo perdido sumado a su retraso. Para ganar un poco de tiempo, sacó la vieja bicicleta de su padre, la cual solía usar en sus tiempos ajustados. Antes de salir revisó su teléfono en busca de señales de algún mensaje de Izuku, sin embargo, estaba vacío, por lo que le escribió; " Ya estoy de camino a la escuela, espérame antes de entrar, tenemos que hablar"

Se despidió de su madre y comenzó a pedalear calle arriba, su resistencia era inigualable, con rapidez subió la empinada calle ganándole al tiempo. Tenía que alcanzar a Izuku antes de que entraran al aula, debían entrar juntos, pues separados no podrían apoyarse si Bakugou les amenazaba.

Llegó al portón de la escuela para decepcionarse al ver que la persona que buscaba posiblemente no había leído su mensaje, desesperado colocó la cadena de la bicicleta y comenzó a correr al aula, pues estaba muy lejos y faltaban apenas 5 minutos. Las peores ideas invadían su cabeza, quería evitar pensar en lo peor, pero su mente hacía caso omiso a su deseo.

Una pequeña gota de sudor comenzó a resbalar por su frente, el tiempo se acortaba y el pasillo se alargaba. Lo peor era que no estaba permitido correr por los pasillos.

Sintió un inesperado escalofrío al pasar por la puerta de la sala de profesores y viendo que Aizawa ya no estaba en su sitio. Apenas a unos pocos metros de la puerta para entrar al aula, pudo avistar a el pequeño pecoso mirando la puerta sin ánimos de entrar. 

— ¡Izu-Midoriya! me alegra que me hayas esperado, me había preocupado mucho el llegar y no verte en la entrada, pensé que no habías leído mi mensaje — exclamó bajando la rapidez en sus pisadas, llegando a la posición del chico y recuperando el aliento. No pudo evitar soltar parte del "Izuku", realmente tenía ganas de llamarle así.

Al mirarle más de cerca pudo apreciar algo extraño en él. Su sonrisa había desaparecido, su cara estaba mas pálida que de costumbre y el brillo en su ojos había bajado de intensidad. Al momento de que Izuku volteó, su sonrisa se volvió a dibujar, aún que no con toda la positiva intensión del mundo.

— ¡Ah, hola Kirishima! Realmente no había visto tu mensaje, solo me quedé aquí afuera para esperarte, pues de hecho yo también llegué tarde - formuló Izuku con un tono de voz algo bajo, algo estaba mal. ¿Sería que el también estaba tan nervioso que se le hizo tarde?

— Oh, ya veo. ¿Ya está Aizawa dentro del aula? — le preguntó sorprendido, pues si perdían más tiempo, definitivamente les pondrían inasistencia. 

— No, aún no ha llegado, por eso estoy un poco mas calmado pero... — calmado no tenía mucho, pues hasta parecía que el mismo no se creyera el sudor en sus palmas y el leve titubear de su boca — lo mejor es que entremos yá, antes de que se haga más tarde —.

Izuku estaba por abrir la puerta cuando un impulso del pelirrojo tomó la mano del chico — cualquier cosa dime, te sientas detrás de Bakugou por lo que es posible que la tensión sea mas fuerte entre ambos —.

— Si, no te preocupes por éso — le respondió secamente finalizando con una falsa sonrisa para finalmente abrir la puerta con lentitud. Eijirou lo sabía, sabía que algo estaba mal e Izuku no deseaba decirle, simplemente tenía ése presentimiento.

Al entrar, todos los presentes los saludaron exceptuando el cenizo, el cuál se encontraba recargado en su pupitre con cara de matar a quién se le pasase por delante.

Ambos chicos cuidadosamente fueron a sus puestos luego de dar un saludo general. Izuku prácticamente rodeó toda el aula para llegar a su pupitre, era mejor no entrar en contacto con la bestia, ni siquiera visualmente. Uraraka e Iida sabían de la situación, por lo que se limitaron a dedicarle un simple "hola" a su amigo. Mientras que Denki se le quedó mirando extrañado a Eijirou, pues ésta vez no chocaron los puños como siempre.

Aizawa entró en el aula con sigilo y rapidez, dejando a todos en silencio, haciéndoles olvidar el tema. Izuku temblaba cuando le llamaban y Eijirou se veía mas perdido que de costumbre. A veces las miradas de ambos se cruzaban, pero al poco tiempo volvían sus ojos a sus pupitres.

Durante todo el día su concentración ausentó su enseñanza. Katsuki movía los dedos de manera nerviosa, a veces rechinaba los dientes y cada vez que mencionaban a alguno de los dos, su aura negativa se aumentaba de manera tenebrosa.

La campana sonó. El tomar sus cosas y salir corriendo de aquél lugar fue la única idea que se les ocurrió. Desde el inicio de clases hasta el actual receso, se habían sentido como años ahí dentro. Eijirou tocó el hombro del ojiverde y le propuso salir a tomar aire fresco.

— Izuku ¿Puedo hablar contigo? —.

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Hey! ¿Qué tal chicos?
Después de unos cuantos pendientitos exteriores, ya terminé el cuarto capítulo ^^

¿Han pasado por una situación tan tensa?

Pués nuestros dos jovenes, al ser un tema algo delicado para una persona tan delicada prefieren no arriesgarse y no mover un peón en vano.

¿Les gustaría que alterne la narración desde la perspectiva de Izuku y la de Eijirou, lo la dejo sólo cómo Eijirou?

¡Esperen al siguiente capítulo con una reveladora plática!

¡Esperen al siguiente capítulo con una reveladora plática!

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Créditos a Starynsart en Twitter

PD: Gracias por todas sus vistas y estrellitas :3

Todo saldrá bien // KiriDeku (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora