Capítulo 4

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"Cuando yo era niño, iba a visitar a mi abuela frecuentemente. Ella vivía en las afueras de la ciudad, así que no había televisión ni mucho que hacer. Un día, estaba muy aburrido y comencé a patear piedras pequeñas. Luego vi una grande. La pateé con toda la fuerza que tenía y la piedra se elevó mucho. Ahí fue donde conocí a Nate, "el niño de la frente sangrante". Como no había mucho que hacer en medio de la nada, pasamos mucho tiempo juntos, jugando a correr o yo qué sé, cosas de niños. Cuando mi abuela falleció, deje de ir al campo. Podría decir que habían pasado dos años cuando volví a visitar a Nate, y lo hice porque mi padre lo sugirió. Pero cuando hablé con él, estaba... raro.

Le pregunté qué le sucedía y respondió con un poco creíble 'nada'. Así que no insistí. Ese día conocí a su madre y a su padre. Ella era la típica y alegre madre amorosa, de esas que aparecen en los cuentos. Él era el típico y furioso padre grosero, de esos que aparecen en las películas. Y por supuesto, con una típica madre y un típico padre, Nate era el típico hijo que es feliz pero sufre, de esos que aparecen en las caricaturas. Él y yo jugamos durante unos días, su madre nos observaba y reía con nosotros. Luego volví a mi casa un jueves y el domingo temprano regresé al campo para darle un regalo de cumpleaños a Nathan. Pero él no estaba. Ni él ni nadie.

Mi papá y yo lo buscamos por horas hasta que lo encontramos a orillas de un río. Estaba llorando, estaba sucio por la tierra y su cara estaba manchada de sangre. Él recibió el peor regalo de cumpleaños que le pudieron haber dado. La noche anterior, su padre había estado tomando mucho licor y se acostó con algunas mujeres. Su madre obviamente se enfadó y le reclamó. Pero él estaba tan ebrio que simplemente quiso callarla. Y lo hizo. Tomó un cuchillo y cortó su garganta. Así de simple. Para su desgracia, Nathan lo vio todo en vivo y después de sufrir y llorar unos minutos su padre abandonó la casa.

Después del incidente, Nate se fue a vivir con nosotros a la ciudad y él se convirtió en un hermano menor para mí. Pero con el tiempo se fue distanciando, hasta convertirse en quien es ahora". Silencio. Estoy sorprendida, realmente no tengo ni idea de qué decir.

-Así que eso es lo que sucedió -digo en un intento de disminuir la tensión- . Entiendo todo eso pero... Aún no comprendo por qué te atacó con una navaja.

-En verdad eres molesta. ¿Es que no tienes un trabajo al que debes volver?

-Oh, cierto. Lo había olvidado.

-Sí, olvidas demasiadas cosas.

-Bueno, cuando acabe de trabajar, ¿puedes contarme el resto de la historia?

-Podría. Pero no lo haré. Sólo te conté eso para que me dejaras en paz. Y no es como que haya otra parte de la historia.

-Pero aún no me has contado por qué cambió tanto su actitud, ¡quisiera saber por qué se distanció tanto de ustedes dos!

-Solo vete a trabajar, ¿quieres?... Yo también quisiera saber lo mismo...

Just Another Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora