Caótico.

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Despertó, de un momento a otro, con respiración acelerada. Miró a ambos lados, alzando la vista de forma innecesaria y recorrió por completo la habitación en un par de segundos. Solo aquello hizo falta. Apenas lograba distinguir algo de lo que le rodeaba gracias a la poca luz que entraba por la ventana casi cerrada por completo.

Ese rostro. Aquel rostro que sin duda recordaba donde lo había visto y cuando lo había visto. Estaba sucediendo otra vez. Pesadillas. Pesadillas y mas pesadillas. Una voz en su cerebro parecía decirle a gritos lo que ya sabia por seguro que debía hacer. Una de las miles de ellas. Como acabar con esa pesadilla que parecía repetirse hacía días. Tal vez semanas. Tal vez meses. Tal vez años.

Y siempre el mismo recordatorio.

¿Cómo acabas con una pesadillas de tal magnitud? Pero, mas importante aun, ¿Cómo es que logras acallar las voces en tu cabeza que no paran de decirte que hacer? Sencillo.

Haciendo lo que te dicen.

El ya lo había hecho con anterioridad. Pero deseaba con toda la fuerza que algún día se acabara.

Pasó su antebrazo por su frente, quitando el molesto sudor que no hacía mas que meterse en sus ojos y hacer que estos ardieran. De alguna extraña manera se trataba como de un pequeño castigo. Echó su cabeza hacia atrás bajo el incesante coro de voces que habitaban su cabeza y echó un vistazo hacia un lado. Allí estaba. El rostro angelical y a la vez demoníaco que provocaba tal revolución en su cabeza.

"¡Entréganosla! ¡Rápido!" Logró llegar a oír entre aquel caos.

"No, lento. Asegúrate de que sufra cada segundo." Parecía contestar otra.

Y aquello era el disparador de otro jaleo en su cabeza. Miles de voces discutiendo de cual sería la mejor forma de tomarla. Tal vez rápido, para poder saciar de una vez las necesidades de sus pequeños inquilinos. O tal vez lento, para que fuera mas satisfactorio para todos. ¿Despertarla y hacerle notar en el peligro en el que estaba? ¿O tal vez simplemente acabar con ella? ¿Preferiría, tal vez, ver en su rostro el temor constante? ¿O hacer que esto fuera rápido y sorpresivo?

Todas discutían a gritos y le hacían actuar de forma torpe. Rebuscando en silencio, pero de forma apresurada entre los cajones de la mesa de noche a un lado de su cama. Rebuscando hasta encontrar lo que todos parecían desear ya que, al verlo, gritaban de alegría. Aquella navaja oxidada y manchada. Si quiera se molestaba en limpiar lo anterior.

Volteó con rapidez, sin pensarlo, y hundió la navaja en su pecho sin siquiera mirarle a los ojos. Y aquello era lo único que le daba placer de todo esto. Cuando por fin las voces se callaban por un segundo, al verse satisfechas. Y, por un momento, durmió en paz.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2018 ⏰

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