LOSER ✔

thirteen (finale)

3 años después.

Debo decir que ciertamente la vida es como una montaña rusa; puedes estar abajo sin saber cuándo será el tiempo en el que puedas subir de nuevo y viceversa.

Hace dos años yo creía que nunca podría volver a subir de nuevo.

Fue difícil, lo acepto, al igual que intenté quitarme la vida muchas veces después de eso. Por mi propia cuenta, decidí buscar ayuda profesional.

Porque yo quería vivir.

A veces las personas no nos damos cuenta de que lo más importante de todo y lo primero que tienes que hacer antes de enfrentar al mundo es amarte a ti mismo. Nosotros somos nuestro más grande enemigo. Si te quedas ahí estancado diciendo que no puedes y quieres terminar con tu vida, simplemente no lo harás.

Entendí que tenía que moverme por mi mismo, caminar hacia mi futuro y ver alguna mínima esperanza en cada cosa aunque estuviera pasando por muchos tiempos difíciles. Porque así es la vida; las cosas no te caerán del cielo, tú tienes qué hacerlo, tú tienes que motivarte, lo único que te puede caer del cielo es la lluvia y popo de pájaro.

Entendí eso con el tiempo. Fue una guerra conmigo mismo cada día.

Cambié mi estilo, cambié mi manera de ver las cosas, cambié mi físico, cambié completamente por sentirme bien conmigo mismo, no para darle el gusto a las demás personas. Después, entré la universidad y ahora curso mi penúltimo año de mi carrera.

Cada día veo un nuevo Perth Carter; alguien que después de muchas tormentas enfrentó su pasado y aprendió a amarse a sí mismo.

Tenía que vivir mi vida antes de compartirla con alguien más. Ya no me sentía una basura, ya no me sentía un perdedor, ya no tenía ideas tontas en mi cabeza. Me di cuenta que yo también podía ser feliz, yo también merecía serlo.

Hice nuevos amigos, mi mejor amigo de toda la vida cursaba el mismo año, así que siempre estábamos juntos. Las personas ahora querían acercarse a mi de una buena manera y con intensiones sanas lo cual, al principio fue difícil para mi entender eso, pensamientos llenos de miedo pasaban por mi cabeza cuando alguien quería ser mi amigo.

Ahora, cada día estoy volando cada vez más y más alto; iluminando bellamente mi alma. Lamento realmente todas esas veces que no me permití mostrar mis sentimientos ni tener bellos días; me pido perdón a mi mismo cada día que me veo en el espejo. Y estoy agradecido de que por fin lo he logrado, con pasos temblorosos hacia lo que soy hoy, puedo amarme a mi mismo y eso es lo único que importa.

Porque al final, comencé a mirar más hacia el cielo que al suelo.

-La Vie.