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19/01/18
Querido Kim TaeHyung:
Si algún día lees está carta, si es que existes, por favor dame una señal. Eres mi favorito.
            Te quiere,
                   Jungkook.

  Jungkook dejo la carta en un sobre color carmín, colgado en un árbol cerca de su casa. Esperando que, algún día, sea respondida.
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  Poca gente decide vivir en los bosques, pero este chico no se arrepentía de sus cinco años viviendo en él. Su casa era tranquila y cálida, vivía junto a su pequeña gatita Diana, llamada así en honor a la diosa griega.

—Hoy hace mucho frío, debería encender la chimenea ¿Tu tienes frío Diana?— Dijo con una gran sonrisa en su labios dándole una pequeña caricia al animal antes de prender el fuego— Disfruta del calor, iré a dibujar.

  Hizo un dibujo de Taehyung en su forma humana, lo representaba con una belleza de otro planeta, pelo azabache y ojos grises como la luna, cualquiera se enamoraría de él sin saber que es un dios. Luego, lo dibujo como un zorro, ese era el espiritu animal que lo representaba, ágil, escurridizo y con una figura inigualable.

Antes de que pudiera dar un paso más después levantarse de la silla, escuchó como alguien arrancaba el hilo que hacía que la carta que había puesto colgara del árbol. Sin pensarlo abrió la puerta y salió corriendo hacia el lugar donde provenía el sonido de unas pisadas humanas. A lo lejos, había logrado divisar la figura de un chico. Quedó paralizado ¿Era él?, era imposible ¿O no?, ese cuerpo, ese pelo.

»No puede ser debo estar alucinando« pensó.

Regresó a su casa, confundido, perdido, se estaba haciendo tarde y no valdría la pena perderse en el bosque por alguien que quizá había imaginado.

Cenó tranquilo, con el tenue sonido del agua que corría en un arroyo cercano y la bella luz de la luna que anunciaba su hora de dormir.A pesar de todo, su mente seguía muy inquieta por lo sucedido aquella tarde. Las mismas preguntas volvían a su cabeza, no podía parar de pensar en él.

Decidió que lo mejor sería ir a dormir y en la mañana salir a buscarlo. Necesitaba saber quién era aquel misterioso chico. Se recosto en la cama y cerró los ojos emocionado, sin saber, que alguien lo observaba desde su ventana.

—Jungkook...— susurro Taehyung para si mismo.

¡Por Todos los Dioses! »Taekook«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora