Infected.

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14 de septiembre 2017.

Hace un mes que empezo la catastrofe mi hermano, mi mejor amiga Aishlai y yo hemos estado llendo de lado a lado este ultimos mes. Recuerdo todo lo que tuvimos que hacer para salir del colegio, lo mas gracioso es que aún llevamos el uniforme del colegio.

Hemos dormido en distintos lugares: supermercados, casas abandonadas, el bosque y autos que no es el lugar mas seguro.

Ahora estamos caminando sin rumbo, esta catastrofe en tan poco tiempo ya es mundial.

Mi hermano y mi mejor amiga y yo hemos tratado de no integrar a nadie a nuestro pequeño grupo.

—¿A donde vamos?— pregunto Aishlai— me duelen los pies.

Nos quedamos en silencio ni mi hermano ni yo le respondimos nada. La ultima vez que me vi en un espejo mi cabello rubio estaba cubierto de ceniza, mi cara tenia manchas de polvo y parezco un panda con las ojeras. Recordando mi vida antes de que esto comenzara  comienzo a reir eso provoca que mi hermano me vea raro.

— ¿Que te sucede?— dice mi hermano rodando los ojos— tu escandalosa risa puede atraer a los zombies— no respondo, simplemente agacho la cabeza asumiendo la culpa.

— ¿¡ASIHLAI?!— grito al darme cuenta que la morena no esta caminando a la par con nosotros—Maldicion, Aishlai—giro a mi alrededor tratando de buscarla.

—Seb, Amber—Aishlai sale de un auto— este auto aun funciona.

La esperanza vuelve a aparecer en mi, Sebatian y yo corremos hasta donde esta el auto. Sebastian se coloca en el asiento del conductor, Aishlai en el coopiloto y yo en el asiento de atras. Reviso el auto y encuentro una escopeta y un revolver, que aunque tienen pocas balas puede servir para defendernos.

—¿A donde vamos?— preguntó interrumpiendo la platica de mi hermano y mi amiga.

— Siempre quise conocer Miami—dijo mi hermana de otra madre mirando por la ventana.

—Pues vamos a Miami—dijo mi hermano.

Mire por la ventana lograba ver arboles y varios zombies caminando a paso lento. Me acerco a los asientos delanteros y le susurro a Aish cerca del oido.

—¿Que crees que paso para que esto pasara?—digo en un tono bajito.

—No lo se—dice y suspira— por cierto, cariño yo te quiero pero te apesta la boca—dice y tapa su nariz.

— Hace un mes que no lavo mis dientes—digo—oye Seb que te parece si vamos a nuestra casa antes de ir a Miami buscamos ropa y nos aseamos.

—Por favor Seb— dice Aishlai juntando las manos en forma de suplica.

Seb asiente.

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Llegamos a la zona donde se encuentra nuestra casa y aparcamos el auto en un lugar donde nadie pueda robarlo. Salimos y le arrojo la escopeta a Seb, yo me quedo con el revolver, sin saber como mierda se usa esto.

El plan es entrar a la casa buscar comida, ropa y las cosas necesarias meterlas en el bolso. Luego si nos queda tiempo y no llamamos la atencion de ningun caminante, nos bañaremos.

Entramos a la casa, yo entro primero asegurando el perimetro, Aishlai entra detras de mi y Seb entra de ultimo. Nos dirigimos a la cocina buscamos comida y la metemos en los morrales tomamos varios cuchillos y los escondemos en lugares estrategicos de nuestro cuerpo. Revisamos el segundo piso en el cuarto de nuestros padres encontramos varias armas, agarramos frazadas para cubrirnos del frio y ropa abrigada de nuestros padres.

—Vamos al cuarto de Seb para que se bañe— digo susurrando, no nos vamos a separar por nada del mundo.

El cuarto de Seb esta muy aseado, escuchamos ruido en el baño y voy hacia haya. Me quedo muda al ver una sombra detras de la cortina, saco el gatillo del revolver como tantas veces lo vi en las peliculas, el ruido atrae al monstruo que sale detras de la cortina sin darle oportunidad de que se me acerque, cierro los ojos y disparo.

Abro los ojos y veo que el caminante esta en el piso con un disparo en la cabeza, lagrimas salen de mis ojos al ver que le he disparado a mi madre.

—Amber—dice mi hermano desde la puerta.

—Callate Seb. Vamos a mi cuarto y haya te bañas.

Entro a mi cuarto y veo que esta como lo recordaba. Voy hacia el ropero busco un morral pequeño, guardo ropa para mi y para Aishlai.

Cuando Sebastian esta en el baño me siento en la cama y empiezo a llorar.

—Maldición Amber no llores— la morena se sienta a mi lado y me abraza—no fue tu culpa solo te defendiste.

Asiento llorar no sirve de nada, seco mis lagrimas agarro un peine y comienzo a desenredar mi cabello me ato una coleta alta, con pañitos humedos me quito la mugre de la cara. Me desago del uniforme y me coloco un Jean negro, una blusa negra, una camisa a cuadros rojos y negros y los converse blancos. Cuando volteo Aishlai esta haciendo lo mismo que yo solo que ella se coloco un short y un buso extra grande Adidas que supongo era de mi hermano.

— No se piensan bañar—dice mo hermano cuando sale del baño cambiado y con el cabello humedo.

— No hay tiempo— digo cuando termino de acomodar los cuchillos en un lugar donde no me corten— vamos antes de atraer mas animales de esos.

Bajamos las escaleras corriendo con los morrales en los hombros corremos hacia el auto. Seb en un momento de torpeza se tropezo con un metal que hizo mucho ruido y atrajo la atencion de una orda de caminantes, corremos como si no hubiese una mañana. Cuando llegamos al auto encontramos a un chico rubio tratando de huir con nuestro auto, sin tener tiempo le digo que se pase para el asiento de atras, los zombies vienen corriendo nos montamos al auto y Seb arranca.

Mierda ahora tenemos a un integrante mas.