La fabrica en la que estaba Shia y Monyak tenía tres pisos, el piso central donde ellos estaban, uno superior que era inaccesible porque estaba bloqueada la escalera por grandes rocas y otro debajo del central que solo se acedía por una pequeña entrada subterránea circular similar a la que conduce a las alcantarillas de una ciudad.
El silencio ahogaba el ambiente que había en esa sala, ni siquiera el viento aullaba; parecía como si ese edificio fuera un lugar apartado del resto del espacio.
Shia intentaba mover sus brazos y piernas pero era inútil, los sentía clavados al piso; su movilidad era cada vez menor.
No te preocupes también lo vas a disfru..... ¡Eeh que!- Cuando iba a terminar su frase Monyak sintió su cuerpo pesado, con una cara extrañada comenzó se levanto y se fue apartando de encima de Shia, sus brazos giraron rápidamente como si realizara un braceo hacia atrás y fue retrocediendo en sus pasos hasta golpearse la cabeza con una pared y caerse por ese lugar.
Maldita sea quien interrumpió mi entretenimiento- refunfuño Monyak apretando los dientes.
Desgraciado mono de feria, no puedes hacer lo que quieras mientras el resto de nosotros no esta- Hablo una voz femenina en tono burlesco, la cual Shia no sabía de donde venía.
-Carroñero mono del chiquero, rey del granero, perro faldero que come como cerdo en el potrero - recitaba la voz femenina.
Grrrr tu Elden maldita siempre arruinándolo todo- decía Monyak ardiendo en rabia con el ceño fruncido mas que nunca antes.
Monyak molesto hizo pequeños movimientos de nariz para olfatear el ambiente, luego se paro del piso rápidamente y apoyándose en sus largos brazos pego un gran salto, en el aire estiro estos y abrió las palmas en dirección a un grupo de cajas que había en un rincón. De súbito las cajas se rompieron, volando los pedazos como si les hubiera llegado una explosión de una granada.
Non non , errado mono descerebrado nada has estudiado, ni has mejorado desde la última vez que habíamos peleado- Seguía recitando la voz femenina.
Shia sintió una gran corriente de viento rozándole como si un auto de fórmula 1 pasara a su lado, la fuerza provocada golpeo a Monyak que salió disparado hacia el techo del piso en que se encontraban. El simio reaccionó al instante y apoyo sus peludos pies en el techo para luego impulsarse y pegar otro salto.
Mientras se dirigía hacia el piso junto los dedos medio y anular de su mano izquierda, dibujo con ellos una estrella y chasqueo sus dedos.
De pronto las maquinas que estaban pegadas al piso flotaron en el aire, el simio toco el piso y junto sus manos; todo lo que flotaba se dirigió en dirección de las rocas que cubrían el paso a la escalera del piso superior.
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Historias del Nexus
HorrorShia es una muchacha que vive feliz con su padre al que tanto quiere hasta que una noche un ser de aspecto extraño se lleva el alma de este dejando solamente su cuerpo . Ahora la joven Shia tiene 12 horas para reunir el cuerpo de su padre co...