Epílogo: Sonreír es la mejor manera de borrar las penas...

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Epílogo: Sonreír es la mejor manera de borrar las penas...

15 años después...

Jorge

-Papá, venía a hablar contigo. Mañana por la noche las chicas darán una fiesta y ellas me invitaron yo pues quería saber si ¿Puedo ir? - Después de unos años bastante ajetreados con nuestros trabajos y la crianza de nuestra niña, habíamos logrado formar a una señorita muy honesta.

-Elizabeth sabes lo que opino de que salgas de noche nunca me ha gustado y mucho menos que vyas sola, pero debo pensarlo aún no he dicho que no irás- ella sonrió y me dio un beso en la mejilla.

-Amor ya llegué y mi niña Ian está en el living esperando por ti dijo que quería hablar -Martina me dio un beso y a la beba le dio un beso en la frente. Ian era un joven de la academia que tenía tres años más que Elizabeth, se conocían desde niños pues es uno de los alumnos de mi hermana y mi hermosa esposa.

-¿Como te fue mi amor?- analicé que venía bastante agotada.

-Pues nos fue de maravilla, estuvimos con las audiciones para el equipo junior elite, hoy comenzamos con los chicos de siete a nueve años. Ian se vino conmigo porque necesitaba hablar con Lizzie sobre la fiesta que las chicas estaban organizando para mañana – Martina levantó una ceja y eso no me daba una buena señal para nada.

-Lizzie me comentó y pues me pidió el permiso, pero no quiero que vaya sola. Tú sabes muy bien lo que opino de ese tipo de celebraciones y lo hago porque yo las viví- Ella asintió y estaba a punto de decir algo cuando nos interrumpieron.

-Señor Blanco buenas tardes – Ian siempre había sido muy educado, al saludar solía darme la mano a lo cual obviamente yo respondía.

-Hola Ian, ya te he dicho que puedes con gusto y confianza llamarme Jorge yo estoy a gusto con ello. Si me dice Señor me haces sentir viejo y tampoco es que lo sea – Todos en la cocina reímos por mi comentario.

-Quería pues saber si me dejarían llevar a Lizzie esta noche, no es solo eso también quería hablar con ustedes para que mañana pueda ir conmigo a la fiesta de las chicas. Sé que a ustedes no les simpatiza que Lizzie este por ahí sola pero les aseguro que la cuidaré – Este joven me recordaba tanto a mí cuando era joven, pero a la vez me demostraba que realmente se encargaría de la seguridad de mi hija.

-Eres mi alumno y te admiro como bailarín, pero estamos hablando de lo mas importante que nosotros tenemos. Ella irá a la cena y a la fiesta pero llega a pasar lo más mínimo en esa fiesta y tú te quedarás sin oportunidades en el equipo – Primera vez que veo lo dura que puede ser y eso me asusta mucho en realidad.

-Si señorita Martina le aseguro que todo saldrá como usted espera que sea. Estaremos de vuelta a las once si no les molesta- ambos asentimos.

-Chao mamá y chao papá – nos besó la mejilla a ambos y se marchó.

Luego de que ella se fuera nos quedamos solos, yo decidí preparar una sencilla y rica cena, cenamos en paz y luego de ordenar todo nos serví unas copas de vino y nos sentamos a hablar en el patio trasero.

-¿Recuerdas como fue el día de nuestra boda?- Me dijo ella mientras le daba un sorbo a la copa.

-Cómo olvidarlo, si casi huyo a buscarte porque no aparecías y nadie sabía de ti era como si hubieses desaparecido junto a mi hermana y tu madre – ella sonrió.

-No desaparecí ese día solo que se presentó un pequeño percance de chicas y estaba a punto de colapsar y cancelar todo – Simplemente la miré con mucha ternura.

Día de la boda...

Tenía veinticuatro horas sin hablar o incluso ver a Martina mi hermana y mi suegra se habían encargado de que ella no tuviera comunicación alguna conmigo, anoche no era capaz de dormir los nervios y la emoción no me dejaban lograr descansar.

-Amigo, hermano... pero mírate hombre aun no estás listo – Llegó Ruggero quien ya traía el traje negro con corbata de color morado, si toda la boda sería de tonos morados- Amigo eres el novio y si sigues con ese retraso nunca llegaremos.

-Ya cálmate si hasta ahora son- Revisé el reloj- oh su puta madre son la una y treinta de la tarde, coño ¿Debiste haberme llamado? Mejor me apuro debo estar a las dos en la iglesia- con mucho apuro me arregle y nos encaminamos a la iglesia justo a tiempo llegué a ella, pero veía mucho movimiento entre las damas.

-Bro no vayas a asustarte pero Mercedes me acaba de avisar que Martina aún no llegará – esto no podía ser cierto y si se arrepintió.

Martina.

-¡Mamá! Debemos apurarnos, es tarde ya son las dos de la tarde y yo aún no tengo el puto vestido- estaba muy muy muy alterada, ya era tarde y sabía que Jorge estaba preocupado.

-Ya cálmate Martina, aquí está el vestido- entraba Mercedes con mi vestido blanco con detalles lila, no era muy pomposo era verdaderamente lindo.

-Por fin- rapidamente me colocaron todo acomodaron mis ondas y me maquillaron de manera sencilla.

Llegué apurada me alistaron y la música comenzó a sonar ahí fue mientras sonaba issues en cello yo comenzaba a caminar hacia el altar no llebava tacones llevaba mis zapatillas, y por lo tanto en cada pasa hacia algo diferente, si podrán decirme loca pero todos estaban impresionados cuando levanté mi mirada lo vi, parado con su mano extendida supe que no habría otro lugar en el mundo donde quisiera estar.

-Ese día fue un caos, de verdad pero después de todo, cada cosa salió justo como esperábamos y ahora mira donde estamos con esa hermosa niña que no ha hecho más que darnos orgullo- Luego de ese hermoso recuerdo simplemente la besé, extrañamente nuestra vida ya no era como antes y todos los errores se habían corregido yo no podía estar más emocionado del lugar donde me encontraba.

-Si, cuando te vi bailar hacia a mi en ese camino de la iglesia sentí que mi mundo daba muchas vueltas y no puede evitar llorar- ella me miró con ternura y nos besamos, nada entre nosotros había sido fácil.

-¿Que tanto piensas amor?- yo le sonreí.

-Amor, pienso en que todo lo que tengo es gracias a ti, no imagino donde estaría si no te hubiese conocido. Me acuerdo de esa noche en la que por vez primera te besé de esa manera tan natural como si ya en algún momento lo hubiese hecho.

Para el lector o lectora.

Estoy feliz de cada una de las cosas que por mi vida ha pasado, nunca de verdad dejen que las situaciones te afecten sé feliz y no te eches a morir, el destino que tenemos escrito se juega con las mejores piezas tal vez hoy no seamos los mismos de ayer y mucho menos seremos los mismos el día de mañana, solo importa lo que seamos hoy desde como despertemos hasta el cómo nos acostemos, sé que no hay situaciones fáciles pero tú mismo puedes hacer que sean mas llevaderas. Lectora o lector ama, pero ama como si estuvieras a punto de morir, debes demostrar todo pero si sientes que es el o la correcta de resto simplemente amate a ti mismo...

Dejame GuiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora