¿Amigos?↔J.C

Capítulo 4.

Alan besaba mis labios lentamente. Cuando alguien nos interrumpió.

—Oigan chicos...— era Jos de nuevo — ay perdón, no quería interrumpir nada —dijo apenado.

— no te preocupes Jos. En seguida vamos —dijo Alan sonriente.

Jos se retiró.

— Mi ______ hermosa — me tomó del mentón — sólo no digas nada ¿sí? — me dio un pico y se fue.

Me da tanto coraje que él esté como si nada, que le valga cómo me sienta yo.

Bajé y me encontré a Jos solo.

— ¿Y los demás? — pregunté confundida.

— Salieron por más cervezas — dijo serio. — ______ — dijo con un tono frío.

— ¿Qué pasa?

— ¿Me puedes decir qué pasó entre Alan y tú hace unos minutos? — se levantó del sillón y caminó hacia mí, haciendo que me pusiera muy nerviosa.

— N- nada — mi respiración se iba a ratos.

— Yo sé que sí. Dime la verdad. Sé que estás mintiendo. — acercó su rostro al mío, y eso me ponía aún más nerviosa — dímelo ______, ten confianza, por eso somos mejores amigos ¿no? — tomó mi mentón y me miró a los ojos que ya estaban rojos de las ganas de llorar que tenía.

— Sólo... sólo no quiero recordarlo... Él ya no es igual — salieron las primeras pequeñas lágrimas — él está cambiando, y eso me preocupa demasiado — rompí en llanto, ya no podía más.

— Tranquila — me abrazó — sé qué pasó en realidad — se separó de mí para poder mirarme y tomar mi rostro entre sus manos — no mereces que te trate así. Eres una chica increíble, inteligente, hermosa, tierna — suspiró — y muchas cosas más. No te merece — con su pulgar secó una lágrima.

Yo sólo pude abrazarlo con mucha fuerza. No podía dejar de llorar. En verdad me dolía.

Jos se separó y se acercó de nuevo, pero ahora iba directo a mis labios y eso me asustó.
Cuando casi se iba a romper ese espacio entre nosotros, Jos se alejó.
Yo sólo bajé la mirada y me fui, pero algo me detuvo, era él.

— _____ perdón. Fui un tonto, no debí de tratar de hacer eso. Y es que no te había dicho algo... — hizo una pausa — yo tengo novia, y llevo un año de relación con ella, la verdad soy feliz con ella. Y no quiero arruinar todo.

— Está bien, entiendo — seguí mi camino hacia arriba.

Qué estúpida fui, cómo pude pensar que él lo haría.
Sólo quiero irme, no quiero seguir aquí. Quiero aclarar mis ideas. Aclarar qué es lo que siento.

Bajé y aún no llegaban los chicos, seguía Jos ahí solo.

— ¿Adónde vas ______? ¿no te quedarás? — me impidió el paso — ¿no le dirás a Alan?

— Me voy a casa. Le mandaré un mensaje a Alan, le diré que me dolía un poco la cabeza — dije seria.

— Te llevo, si quieres — me sonrió.

— No, gracias Jos, así está bien — traté de sonreír, pero creo que salió más como una mueca.

— ¿Qué rayos te pasa? — dijo algo fastidiado — ¿acaso te hice algo?

— No Jos, sólo no tengo ganas de estar aquí, no quiero que nadie me hable. Sólo quiero estar sola, y aclarar mis ideas — traté de salir otra vez.

— déjame acompañarte, no tiene nada de malo — tomó mi mano.

— está bien — rodeé los ojos.
Salimos del departamento. Yo iba incómoda y un poco fastidiada, él no decía nada, había momentos en los que sólo me miraba como si quisiera adivinar lo que pensaba.
Después de 30 minutos de camino a pie, llegamos a mi departamento.

— Bien, ya me voy — di media vuelta, pero me detuvo Jos — ¿Qué? — dije con fastidio.

Me acercó a él, me tomó de la cintura y la comenzó a acariciar. Sus labios rozaban los míos. En ese momento yo deseaba ese beso, quería que pasara, quería sentirlo.

— No quiero que pase esto _______, pero es inevitable, lo deseo, y sé que tú también lo deseas — su nariz acariciaba la mía.

Pero no podía, él tenía novia y yo tenía novio, no podíamos hacerlo.
Pero esos pensamientos desaparecieron cuando sus labios por fin estaban tocando los míos. Tenía los labios más suaves de todos, la sensación que sentí es inexplicable.
Acaricié su suave cabellera y luego bajaba a su nuca.
Abrí la puerta del departamento y...

Desperté, desperté de nuevo de ese maldito sueño. Aparte del otro que tampoco me deja descansar.
No puedo estar soñando así, por qué con Jos.

*****