CAP2.: JUGANDO AL GATO Y AL RATON

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Corrí como alma que llevaba el diablo, no sabía dónde estaba, sabía que tenía que volver, pero no me animaba, sabía que ese sujeto estaría rondando por allí, y mis amigos deberían estar preocupados por mí, pero no tenía como comunicarme con ellos, ninguno de esos tarados tenía su celular con ellos… yo me incluyo en el grupo, yo tampoco traje mi celular, así que abrí mi bolso y busque mi billetera sin encontrarla, lo cual me extraño de sobremanera, intente hacer uso de mi memoria, pero no recordaba donde demonios había puesto mi billetera, la había olvidado en la tienda? En el camino? Dónde? No recordaba, y mientras más intentaba, más me dolía la cabeza, estaba empezando a marearme y esa no era una muy buena señal.

Decidí regresar al parque, recuerdo que no corrí recto, siempre girando torciendo, quien me diría que había vuelto al mismo lugar, y estaría a solo una cuadra?? Al final de cuentas luego de preguntar a muchas personas logre dar con el lugar, mis amigos estaban seriamente molestos conmigo, porque dizque me creían perdida, y por poco que si lo estaba, no estaba de humor para discutir, así que con una muy cálida y tierna mirada los mande a callar a todos. 

Era de noche, mañana teníamos una presentación en la cantonata, y luego de eso teníamos una semana libre para descansar o mejor dicho para practicar hasta el siguiente festival en el que participábamos. Pero yo no podía quitar la mente de lo que había sucedido en la tarde, cada vez que lo hacía sentía un escalofríos recorrerme la columna vertebral.

Ahora que lo pensaba con la cabeza fría… pude haber muerto, o haber sido secuestrada, ese tipo no se venía con juegos, era verdaderamente un gánster‼ y todo comenzó por un estúpido comentario‼ 

― “y que si realmente vuelve a buscarte? definitivamente, tienes que controlar tu mal genio…” – me repetía a mi misma suspirando de tanto en cuando.

― Que sucede – me pregunto Marce

― Que? – pregunte sorprendida, estaba a mi lado y no me di cuenta en qué momento se acercó a mi ― Nada ― respondí

― No me mientas, sabes que me doy cuenta cuando lo haces

― Lo se… ― suspire ― es solo que no quiero hablar de ello por ahora, te molestaría preguntármelo luego? Porfa ― sonreí

― Esta bien… ― y se quedó callado a mi lado viendo el cielo nocturno

A lo largo de los años, Marce y yo habíamos desarrollado una muy buena comunicación, era una de las pocas personas con las que podía contar para todo, y con las cuales me sentía más… yo, una de las pocas personas con las cuales podía ser yo misma sin necesidad de estar escondiendo nada, no me animo a decir que nos contábamos todo, pero si la gran parte, compartíamos muchos secretos y nos ayudábamos cuando estábamos en problemas.

― Estas segura que estarás bien hasta mañana ― volvió a preguntar, mi estado anímico de seguro no era muy prometedor, pero no quería preocuparlo con cosas que de seguro, lo alterarían mucho.

― Estoy bien Marce, estaré bien, es tarde, ve a descansar, mañana tenemos un festival antes de tomarnos un merecido descanso.

― Está bien ― dijo y se retiró a la alcoba de chicos donde descansaba ― buenas noches brujita.

― Buenas noches Marce ― le respondí.

― Brujita? ― pregunto una de las chicas que se había levantado para tomar un poco de aire fresco, Laura era una de las pocas chicas de la delegación, bueno la única aparte de mí, era una chica sociable, alegre, pero un poco reservada, curiosa y renegona… tan parecida a mi… por eso nos llevábamos bien.

― Sep, brujita, es un sobrenombre que me dieron en casa, él lo adopto también, y suele llamarme así cuando está preocupado por mí, o cuando sospecha que estoy escondiendo algo.

― Y… que estas escondiendo? ― me pregunto, la mire divertida y sacándole la lengua le respondí

― Si te contaría, ya no sería secreto no te parece? ― me reí ― vamos a dormir Lau, mañana tenemos muchas cosas para hacer, y nuestros pobres pies no van dar ― Con recelo me siguió inconforme con mi respuesta y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente muy temprano como siempre nos despertó el director, así que nos levantamos y cambiamos para el nuevo festival de hoy.

El festival ferrada es uno de los más grandes festivales de Italia, caracterizado por ser un festival callejero, todos los participantes tocan los instrumentos de su país, en las calles como si fuera una demostración callejera, así que por ello, tener la oportunidad de participar en el es un gran logro, estuvimos dos semanas enteras bailando y cantando por aquí y por allá, y hoy nos tocaba el ultimo, luego deberíamos esperar a ver las elecciones finales, donde solamente 10 grupos de los más de 350 que participan serian seleccionados como los mejores por los jurados.

― Hoy es el último día para demostrar que tan buenos somos ― le dije a Laura.

― Así es Mel, vamos a por todas! ― me dijo mientras salíamos del departamento.

Cuando ya nos encontrábamos en la calle, pude sentir que alguien me observaba, con una mirada demasiado penetrante, busque por todas partes con el mayor disimulo posible, pero no encontraba nada.

― Que buscas? ― me pregunto Marce.

― Eh? Yo? Nada? ― le respondí rápidamente.

― Mentirosa… ― me dijo punzándome la nariz con su dedo índice ― me estas mintiendo pinocho, anda dime que buscas?.

― Nada, en serio! ― le conteste divertida ― yo solo… ― y cuando estaba por agregar algo más lo vi… allí, sentado en la banca frente al edificio, entremezclado por las sombras de los arboles estaba el sujeto de ayer que me miraba con una sonrisa burlona, un escalofríos recorrió mi espina dorsal.

― Mel estas bien? ― Marce me zarandeaba levemente ― te pusiste pálida, te encuentras bien? Que viste? ― me pregunto.

Lo mire sin ver, no lo podía creer, me había seguido? Era un sueño, debería ser una pesadilla, no podía ser verdad.

― Mel!! ― volvió a llamarme, pero yo no podía reaccionar, volví a fijar la vista en el mismo punto pero no vi nada, se había ido? Era una ilusión?

― “Estas paranoica Mel… contrólate!” ― me regañe a mí misma, pero pese a eso, no podía reaccionar

― Llego el bus, vámonos! – nos ordenó el director.

Ante la imposibilidad de movimientos por la impresión Marce me tomo por los hombros y me empujó hacia el bus… mientras que de las sombras de un árbol, un hombre alto de pelo castaño sonreía mientras miraba el bus que se perdía en la lejanía.

― Te encontré conejita…

Continuara….

Continuara…

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Enamorandose del demonio✔(68 Capitulos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora