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Caminamos hacia mi departamento en completo silencio, lo que hacía que la distancia entre el edificio y Félicité parecieran kilómetros en lugar de sólo un par de calles.

La expresión de Daxton se había suavizado un poco, pero no podía decir se seguía enojado o no... lo cual no tenía ningún sentido. Sí, había cometido un error —unos cuantos, últimamente—, pero eso no le daba el derecho de tratarme como si acabara de matar a alguien. Sí, no le había dicho a mi hermano que estaba con él, pero, en mi defensa, eso no había estado tan mal considerando que Will reaccionaría de la misma manera si se enteraba entonces o más tarde.

—¿Puedes decirme la razón por la cual estás tan molesto? —le pregunté a Daxton.

Su cuerpo entero se tensó por un momento, pero lo ocultó rápidamente. Te conozco mejor que eso, Daxton.

—Ya sabes por qué —respondió tajante.

—No, de hecho, no lo sé, porque no decirle a Will que estaba contigo no fue la gran cosa. Ni que nos estuviéramos besando o algo así —me aseguré de mencionar eso último para medir su reacción. Él solo me miró, esta vez más serio.

—Es la gran cosa cuando arriesgas tu relación con tu mejor amigo sólo por una chica.

Sólo por una chica. De todas las cosas que Daxton podría haber dicho, esa era la que más dolor me causó. Nunca lo hubiera esperado, a decir verdad. Nunca hubiera esperado que me pusiera en la misma bolsa que todas las demás chicas con las que salió y podrían haber arruinado su amistad con Will. Pero fui yo quien insistió, ¿no?

No dije nada, no porque no quisiera sino porque temía que mi voz fallara y él se diera cuenta de que lo que había dicho había tenido efecto en mí... un efecto doloroso.

Cuando estábamos por doblar la esquina de la calle de mi departamento, su teléfono sonó. Él lo sacó del bolsillo de sus pantalones y respondió la llamada sin dejar de caminar.

—Cami.

Y el dolor en mi interior se hizo más punzante. La chica misteriosa.

—Sí... espera un segundo. —Alejó el teléfono de su oreja, asegurándose de cubrir el micrófono con su otra mano—. ¿Puedes caminar sola hasta el departamento?

Lo miré y luego miré a la media cuadra que quedaba hasta el edificio en el que vivía. Todo de mí quería decir algo sarcástico como "no, quizá me pierda en camino" pero sólo fui capaz de asentir y seguir caminando.


***


Cuando entré al departamento todo estaba en completo silencio. Por un segundo temí que Will hubiera ido a por mí, pero luego salió de la cocina a pasos apresurados para luego abrazarme.

—Jamás vuelvas a hacer eso.

Aún me parecía raro que Will se preocupara tanto por mí como si me hubiera ido de la casa por más de una hora, pero su extraña y dulce preocupación me hizo sentir mejor.

—No lo haré —le dije a pesar de que no estaba segura sobre qué no debía hacer—. Y lo siento, ya sabes, por lo de hace un rato. No debería haber dicho eso.

Finalmente me soltó y me dedicó una media sonrisa.

—No he sido justo tampoco, así que también lo siento.

—En serio, ¿qué has hecho con mi hermano?

—¡Estaba por preguntarte exactamente lo mismo esta mañana! —rió—. Es decir, ¿a dónde se había ido mi dulce hermanita?

Little ScarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora