150 - último capítulo

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Kendall lloraba como si la vida le fuera en ello. No paraba de llorar y se sentía totalmente débil y avergonzada. Pero cuanto más pensaba en Sam y su arrepentimiento, más lloraba.

Taylor y Skate la consolaban y, mientras lo hacías, se miraban cómplices y culpables. Habían tenido la fantástica idea de hacerle creer que no vendría, planear que sí vendría pero no decirle nada a Kendall y luego contarle a ella una mentira: que iba a venir pero no pudo.

A su vez querían reírse debido a su trastada, pero sabían que no debían y en más de una ocasión Taylor o Nate tuvieron que levantarse a caminar como si estuvieran pensando cuando en realidad lo hacían para poder reírse con libertad.

También se sentían los peores amigos, pero no podían evitar verle el lado gracioso a todo aquello. Kendall llorando, LLORANDO por Sammy y este en su casa preparándole una fiesta sorpresa.

-Vale, vale. Ya estoy bien. -Aseguró Kendall pero los tres sabían que era mentira.

-Ken...

-No, de verdad. Y estoy bien. Quiero estar sola, tenéis comida en casa. Voy a dar una vuelta.

No se atrevieron a impedírselo, no saldría nada bueno de ellos.

Vieron como se alejaba y salían del aeropuerto.

-Va a quedar con su ex.

-¿Cómo dices?

-Que va a quedar con su ex, tendrán sexo salvaje y ese mindundis creerá que vuelven a estar juntos.

-No me jodas.

-Sí lo hago. Vamos a seguirla, ahora. ¿Ya ha venido tu chofer?

Revisó su móvil y así era. -Ya está fuera.

-Bien, pues vamos a seguirla.

Lo tomó de la mano y corrieron hacia el coche.

-Michael, cambio de planes. ¿Ves a esa chica de allí?

-Sí, señor.

-Vamos a seguirla.

-Como usted ordene.

La vieron llamar a alguien y sabían perfectamente a quién.

-Voy a llamarla.

-¿Para qué?

-Para evitar una desgracia.

La buscó y estaba la primera de la lista.

-Vamos, contesta. -Rogó y vieron cómo Kendall se apartaba el móvil de la oreja para acto seguido fruncir el ceño tras ver quién la llamaba. Joder, «Taylor, ahora no.» La vio articular. -No me va a responder. -Se rindió su amiga.

-¿Entonces qué hacemos?

-Petarle el orto a mensajes.

-De acuerdo.

Kendall rodó los ojos cuando el móvil empezó a vibrarle vez tras vez sin pausa alguna. Se le bloqueó el móvil y avisó a Dylan, su exnovio, de que iba a colgar. Él le recordó que la seguía queriendo y toda esa mierda y ella volvió a rodar los ojos. «Hasta luego.» Se despidió y colgó.

-Taylor, sigue mandándole mensajes. Yo voy a llamar a Sammy.

-Va.

Contestó de inmediato. -¿Skizzy?

-Tenemos un problema.

-¿Y Kenny?

-Bueno... Le dijimos que ibas a venir pero no pudiste y se puso a llorar. -Lo resumió.

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