El día comenzaba bien, andaba por los pasillos, con un carrito repleto de comida para Christian y para mi, después de la noche de ayer seguro mi amigo lo necesitaría, notablemente yo también, puesto que mi apetito ya volvía. La verdad estar en este lugar tan lujoso y bonito, me hacía olvidar mi vida, me hacia olvidar mis recientes pérdidas y por supuesto mis heridas, pero sobre todo el estar alejado, me servía para comenzar una nueva vida.Si esto seguía así, me plantearía el quedarme a vivir en España.
Gire a la derecha, camine por el pasillo donde se encontraba mi habitación, hasta que teléfono vibró.
*No soportó el dolor de cabeza. Trae aspirinas*
Todo lo que supe después es que por andar distraído choque contra algo o alguien, ah sin mencionar que el desayuno se fue por la borda.
-Idiota no pudiste fijarte- Grito una chica que yacía en el suelo, su cabello dorado rojizo caía sobre su cara de una forma elegante, su cuerpo me atrapó, de tez blanca como la nieve que hacia juego con su vestido blanco, ahora ya manchado de salsa.
Lo que supe a continuación es que ella me atrapo, no solo con su cuerpo estético, si no también en su forma de expresarse en su forma agraciada de maldecirme. Joder esa chica si que era diferente.
-Ayudame idiota, se me ha caído algo de salsa en el ojo
Las palabras que se empeño en decir de mala gana, solo sacaron una sonrisa en mi, claro que ella no la vería. Me puse de cunclillas, con delicadeza, como si fuese acariciar una flor, acomode su cabello.
-¿Puedes abrir los ojos?
-Obviamente no- Suspiro y continuó hablando exasperadamente, pero mis oídos ya no la escuchaban, pues completamente estaba perdida en ella, en sus labios rosas, en sus ojos cerrados, en su expresión molesta que solo provocaba algo en mi- ¿Me puede llevar a mi habitación?
-Si claro- La sujete para incorporarla
-Es la 201, por cierto espero que tengas mi pizza ya lista, la he pedido desde hace una hora
-Yo no- Pero no pude continuar, pues llegamos a su habitación- Lo siento- aunque claramente ella ya no estaba ahí para escuchar mis disculpas.
Impacientado, camine de vuelta al carrito, justo ahí donde momentos antes la chica se encontraba, permanecía un objeto de ella, un collar partido a la mitad de blanco y negro, un collar extremadamente sencillo para alguien que gozaba de fortuna como la chica. Tome el collar y lo guarde en mis pantalones, esto era una excusa buena para volver a verla.
Camino a la habitación llame a los de limpieza, para que arreglaran aquel desorden.
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Mis chicos este es un cap cortito, ya casi comienza lo bueno.
Se que tardó en actualizar, una disculpa por ello.
💖 Los amo, como amo la comida
Les deseo un hermoso día
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¿El amor de mi vida es ..?
Teen Fiction¿Alguna vez te has preguntado que sucedería si aquel hilo rojo que une a las personas te conecta con la persona incorrecta? Bien pues si eres una de ellas llegaste al lugar indicado. Zack y kylie son dos chicos que buscan libertad. Dos chicos que...