Otra perspectiva

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Situado en un universo alternativo.
Sin restricciones.

Había pasado 3 meses desde que terminó la guerra de Ishval, Riza Hawkeye se encontraba disfrutando su último día de vacaciones, antes de reincorporarse de vuelta la vida laboral, miro a su lado a la niña que estaba durmiendo en su regazo, pronto Elizabeth Mustang cumpliría 4 años.
Miraba por unos momentos la viva imagen de su ex esposo en su hija, recordando el melancólico reencuentro en el campo de batalla, sintiéndose traicionada, por alguien que amo, había perdonado que se fuera aceptando el doloroso divorcio, para ese entonces Beth contaba con menos de un año de edad. Unos meses de después fue obligada a entrar a la academia militar dejando a Beth con sus abuelos mientras ella estaba en la academia, sabia muy bien que Roy la visitaba una vez a el mes y que madame christmas siempre le llevaba regalos.

Sin embargo, ella nunca lo volvió a ver hasta que lo encontró en el campo de batalla, el nunca supo que había entrado a el ejercito hasta ese día, El la miró y con su mirada pregunto "donde esta Beth" ella simplemente respondió "mi abuelo te manda saludos" y eso fue todo, el lo entendio, nadie tenia porque saber que ellos estaban divorciados y mantenían una hija escondida.

Riza se levantó del sofá tomo a Beth y la llevo a su habitación, la recostó, mientras se iba a tomar una ducha, aun sentía molestias cuando su espalda tocaba el agua, aun las quemaduras en la espalda no se sanaban completamente. Salió del baño y se acostó al lado de su lado, ahora la vería solamente en las mañanas y en las tardes, Ella se quedaría al cuidado de Maddie durante el dia.
Se acomodo mas abrazando a Beth hasta que se quedó dormida.

La alarma sonó en la mañana, aun no aclaraba completamente, rápidamente se levanto sin hacer mucho ruido para no despertar a su pequeña, se dirigió a la cocina y puso a hervir el agua, tomo una tasa del estante y se preparo un café, se sentó en la mesa del comedor, tomo el control remoto y prendió la televisión, busco algún canal de noticias de la mañana, sin nada interesante que una periodista hablando sobre el tiempo helado
apago la televisión, y prendió el computador, entro en su correo electrónico, teniendo un mensaje de un remitente inesperado

Señorita Riza Hawkeye
Necesito que se presente el presente día en mi oficina, a las 9.00 am
Coronel Roy Mustang.

Miro incrédula la pantalla, preguntándose qué quería hablar con ella, se suponía que estaban en buenos términos como unos completos desconocidos que tenían un hijo en común, miro el reloj de la pantalla, 7.43 , no tenia mucho tiempo, pero alcanzaba perfectamente, se levanto y fue a despertar a Beth, la niña se levanto de mala gana, aun en pijama se sentó en la mesa esperando su desayuno, Riza por su parte entro a la cocina a sacar un tazón y servir leche tibia en el, coloco los cereales en el tazón con leche y se lo llevo a Beth, la niña miro en tazón con la cuchara en la mano, pero no comió.

- ¿Beth porque no quieres comer? - interrogó

-Mama, quiero cereales de chocolate- miro atónita a su hija, ella nunca le había dado dulces, hacia excepciones en ocasiones especiales, pero fuera de esos momentos, se lo mantenía prohibido.

-¿Beth, desde cuando te gustan esos cereales? - pregunto

- Bueno papa siempre me trae cereales de chocolate y me gustan mucho- la niña siguió mirando su tazón.

Riza podía sentir la sonrisa de satisfacción en la cara de Roy, el sabia muy bien la restricción sobre los dulces y la comida chatarra, no podía enojarse con Beth por eso, era solo una niña, relajo la mirada y se dirigió hacia ella.

-Yo te comprare cereales de chocolate, pero cada vez que tu papa te de algo nuevo de comer me tienes que decir- trato de no parecer amenazante.

-Pero papa dice que si te digo lo vas a matar - Riza rodó los ojos ante tal comentario.

-Beth, no te tomes tan enserio lo que dice tu padre, es un idiota - sabía muy bien la restricción sobre las palabras fuertes, pero no tenía otras palabras en ese momento.

Riza miro la hora, se alisto para llevar a Beth donde su niñera que vivía un piso más abajo, su abuela había fallecido hace menos de un mes y como aun no tenía la confianza para dejar a Beth en un jardín infantil, Maddie una de las chicas de Madame seria la niñera por un tiempo específico, bajaron por el ascensor un piso, para entregarle la niña, se despidió y se dirigió a el trabajo,
Medito en lo que quería hablar Roy con él, aunque desde ahora debería llamarlo Taisa, a partir de ahora ellos son compañeros de trabajo,

Cuando llego a la oficina, miro la hora nuevamente por su celular, 8:59, perfecto, espero que el reloj marcara las 9.00, y toco.

-Adelante- se escucho desde el otro lado, ella abrió la puerta y entro a la oficina, camino con pasos seguros hasta quedar al frente del coronel, junto su talones y saludo militarmente, que más podría hacer.

-Escogiste este camino a pesar de lo que paso en Ishval - la forma seria en la que le hablo, le sorprendió, pero no lo dejo ver.

-Si señor - Riza dijo en un intento de no mostrar los nervios, tomo aire y continuo- si la vida está basada en el intercambio equivalente como dice la alquimia, entonces para permitir que una nueva generación tenga una buena vida el precio que tenemos que pagar equivale a realizar una tarea que nos hará sudar sangre- Ella termino la frase

El cerro los ojos entendiendo a que se refería, continuaba en el ejercito para hacer un mejor mundo para Elizabeth, era el motivo por el cual ella continuaba, él había pensado mucho sobre hacerla su subordinada, la sabia mejor que nadie todo el daño causado en el pasado, pero sabia muy bien, que ella era la mejor persona encargada para el puesto, así que se levanto de escritorio y hablo
 Voy a nombrarte mi ayudante - Riza no parpadeo, no se esperaba eso- quiero que seas mi guardaespaldas - ella mucho menos esperaba eso. El tomo una pausa y continuo - espero que entiendes que al poner mi vida en tus manos puedes acabar con ella cuando quieras si me desvió del camino dispárame tienes todo el derecho de hacerlo.

En ningún momento de su vida espero que el le dijera eso, si supiera las ganas que tenia de dispararle quizás no hubiera dicho esas palabras, ella sabia muy bien el sueño y las metas de él, a pesar de todo lo vivido en la separación y en la guerra, aún creía que podría hacer algo para cambiar el país.

-¿Me seguirás? - pregunto

-Lo hare Señor- pensó muy bien lo que diría, esperando no arrepentirse -lo seguiré hasta el infierno si lo desea

Roy efectivamente se sorprendió, de todas las respuestas esta es la que menos esperaba, ella miro a un lado de la oficina una foto de Beth cuando tenia unos 5 meses, se acerco a la foto y la tomo mirándola.

-Tomate el día libre si lo deseas, esta tarde me llevare a Beth al parque - ella no despego su mirada de la foto.

-Porque le das dulces a Beth- lo miro con furia - mejor dicho, porque le dices que no me diga que le das dulces

-Porque te enojaras- alzo los hombros

-pero no es para que le digas que te voy a matar- gruño

-bueno tienes todo el derecho ahora de hacerlo -

Roy no espero lo que pasaría los próximos 5 segundos, una bala paso rozando los mechones de su cabello, miro atónico a la mujer que lo apuntaba.

-Que mierda haces Hawkeye- grito

-Tengo todo el derecho a matarlo si así lo quiero señor

-Si cuando estábamos casados tenía miedo cuando te enojabas ahora lo tengo aún más.

- Calle Ginger edificio 34, piso 11, departamento 6, llama a tu hermana antes de ir.

Sin decir mas se retiro la oficina, directo a la sala de tiros, tomos los lentes de realidad virtual y la pistola, y comenzó a practicar. Cómo mierda me enamoré de ese idiota.

Colección de One-Shots RoyAiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora