Parte uno: VIII

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- Amo el río - declaró Mica sentándose al borde del yate que Ramiro había detenido cuando llegaron al medio del agua.

- Amo la paz que me da estar lejos de mi familia - dijo él en el mismo tono que ella.

- Son muy unidos todos ustedes Rami - dijo comprensiva ella quitándose el vestido y luciendo una bikini que se había comprado en un viaje a Miami. - Quieren ayudarte y no saben como.

- Dejándome en paz y no queriendo meterse - respondió por inercia el castaño observando el cuerpo de su cuñada y tratando de borrar los pensamientos que estaban llegando a su cabeza. Llevaban 10 años siendo cuñados, ya tendría que estar acostumbrado a la belleza arrolladora de la modelo pero no era así. No podía ser inmune a ella.

- No pienses en nada. También estoy con mil cosas en la cabeza, como que estamos buscando un bebé y no hay caso de que quede embarazada - le reveló la rubia causando la sorpresa en Ramiro quién no se imagino que su hermano quería ser padre. - Hace como yo, tirate a broncear en medio del rayo del sol. Toma - le dijo ella pasandole su protector solar - ponete eso no vaya a ser cosa que te insoles y me echen la culpa a mi - bromeó haciendo que él riera un poco.

Se pasaron el resto de la tarde tomando sol y charlando de cosas triviales. Micaela le contaba de sus desfiles y le comento que la semana entrante tenía una sesión de fotos que Nacho no quería que hiciera.

- Aunque sea tu marido no puede prohibirte nada, ¿lo sabes no? - apuntó el mellizo comiendo una manzana verde que Micaela le había cortado meticulosamente.

- Lo sé - concordo ella - por eso voy a ir hacerla. Es en ropa interior, una tontería - le restó importancia ella aunque era entendible el porque Nacho estuviera celoso.

Al filo de lo prohibido (SUSPENDIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora