Al filo de lo prohibido (SUSPENDIDA)

Parte uno: III

- Así que el sábado se casa el potro de tu cuñado - le comentó Julieta, amiga de Micaela y una modelo como ella.
Habían salido al shopping junto a otra amiga más.

- ¿Sabes? Me resulta chocante que lo llames potro porque es igual a mi marido - reclamó con notorios celos Micaela haciendo reír a Agustina, su otra amiga.

- No seas tonta - dijo Juli - igual no es inmoral aceptar que los mellis están como quieren. Pero no te preocupes, somos amigas. Tu marido tiene polleras.

- Te conviene querida - rió Mica más relajada.

- ¿Entonces, sabes que te vas a poner? - le preguntó Agus.

- Obvio. Tengo un vestido espectácular de diseñador - les contó orgullosa por su elección.

- Vas a lucir más hermosa que la novia, la vas a opacar amiguis - señalo Juli.

- Sos más linda que la novia de por si - la halago también su otra amiga.

- Ay gracias chicas, pero ustedes lo dicen porque son mis amigas - puntualizó Mica mientras se paraba frente a una vidriera de zapatos.

- No lo decimos porque somos tus amigos, decimos algo objetivo y lógico. Hasta Ramiro aceptaría que fisicamente sos más linda - sostuvo Agus arrastrando a sus amigas hasta dentro de la tienda.

- No por nada sos considerada de las modelos más bellas del país - prosiguió diciendo Julieta.

- Ya, ya. Me hacen ruborizar - bromeó Micaela dando por terminado el tema.

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Después de la tarde de shopping con amigas, y de haber sumado unas cuentas a la tarjeta de Nacho, Micaela regresó a su hogar siendo sorprendida por ver estacionado afuera el auto de su marido.
Normalmente, Ignacio regresaba más tarde del trabajo, era extraño ver que había llegado antes.

- ¿Qué paso? - fue lo primero que dijo ella al entrar a la casa y ver a toda la familia reunida alrededor de Ramiro quién al parecer había estado llorando.

- Sofía me dejo - explicó Ramiro aguantándose las lágrimas mientras Nacho frotaba su espalda tratando de reconfortarlo.

A Micaela se le estrujó el corazón por verlo así, ni pensó cuando largo todas las bolsas y se arrodillo frente a él para abrazarlo.