the force

the force ships too part 5

Rey flexionó sus punzantes dedos. El movimiento hizo que las costras de sus nudillos se agrietaran y quemaran. El dolor se sintió bien. La distrajo del dolor en su pecho. Ella comprobó el tiempo y suspiró, todavía era la mitad de la noche del Tiempo Estándar Galáctico. No quería nada más que dar otra vuelta con el saco de boxeo, pero sabía que necesitaba dejar que sus nudillos sanaran primero.

El sueño era lo más alejado de su mente después de su encuentro con Kylo Ren hace unos momentos. No, no dormiría más esta noche.

Estudiar los Textos Jedi tampoco tuvo atractivo.

Inquieta, comenzó a pasearse como una bestia enjaulada. "¡El valor de ese hombre!", Pensó para sí misma.

¿Cómo se atreve a tratar de manipularla así? Después de lo que había hecho, atreverse a decirle que la amaba. Ella casi deseó estar allí para poder golpearlo de nuevo. En su boca mentirosa, esta vez - ¡con el puño cerrado!

"Gah!" Ella jadeó, notando la sangre goteando en el piso. Sus manos sangraban demasiado como para ignorarlas así que se puso una bata y se dirigió a la caverna de la medway.

Las luces brillantes lastimaron sus ojos después de la penumbra de su habitación y el pasillo. Echó un vistazo a la habitación, buscando un técnico médico. Al no encontrar uno, ella se acercó con sus sentimientos. Ella no estaba sola en la caverna, así que llamó. "¿Alguien aquí? Necesito ayuda ".

Un anciano mon calamariano salió de detrás de una pantalla de privacidad donde Rey podía sentir la débil firma de un bith casi muerto.

"Siento entrometerme". Realmente lo era. "Necesito ayuda con esto". Levantó las manos para que el técnico médico viera sus heridas.

"¡Dios mío!", Dijo el alienígena aparentemente femenino jovialmente. "¡Eso parece doloroso!"

Rey se preguntó sobre su aparente actitud alegre, déjalo ir. "Más molesto que doloroso". Ella hizo una mueca. "¿Puedes hacerlo para que pueda volver a practicar mi mano a mano?"

"Puedo hacerlo para que no estés goteando sangre por todos lados, pero solo el tiempo y el bacta curarán esas heridas". La criatura parecida a un pez de color marrón rojizo chasqueó la lengua con desaprobación. "Deberías usar protección para las manos siempre que vayas a golpear algo. Las manos humanas son cosas delicadas. La regañó.

"Lo haré de ahora en adelante", prometió Rey.

El mon calamari tomó un tarro de líquido rosado de un estante y le indicó que se sentara al lado de una mesa baja. "Pon tus manos aquí y mantenlas ahí hasta que puedas mover los dedos sin dolor", dijo, quitando la tapa y colocando el tarro sobre la mesa. "Tardará un rato."

Al principio, el líquido le dolió como el fuego, pero Rey estaba agradecido por el dolor y la compañía del astuto mon calamari medtech. Pronto se encontró de mejor humor.

"Disculpe, no soy un experto en humanos", dijo el medtech después de un momento. "¿Se supone que tus ojos cambien de color así? ¿O necesitas un examen completo?

"¿Qué quieres decir?" Preguntó Rey, confundido. Sus ojos siempre habían sido de color marrón claro.

"Estaban amarillos cuando entraste, ahora son marrones". Dijo el mon calamari, inclinándose inquisitivamente.

"Debe haber sido la iluminación, mis ojos siempre han sido marrones". Rey se encogió de hombros despectivamente.

"Hmm, la iluminación ... tal vez." Dijo la dudosa respuesta.

Rey reflexionó sobre la duda en la voz del médtech. Conoció a muchas personas en su vida pero ninguna con ojos amarillos. Tenía que ser la iluminación.

Ella flexionó sus manos en el líquido viscoso. "El dolor se ha ido". Ella le dijo al medtech cuando se trataba de controlarla.

"Bien bien. Solo mantén las manos ahí mientras obtengo algunas vendas ".

Rey pensó en preguntarle su nombre cuando regresó momentos después con una pequeña bolsa de varias vendas gastadas.

"Krystil." Respondió el medtech, sacando las manos de Rey del frasco con cautela.

"Krystil", sonrió. "Soy Rey".

"Mantén tus manos sobre la jarra hasta que dejen de gotear, Rey". Dijo Krystil soltando las muñecas de Rey. "Cada gota de estas cosas es preciosa".

Rey se sobresaltó. "¿Vas a reutilizar esto después de tener mis manos ensangrentadas?"

Krystil hizo un sonido de aplastamiento que podría haber sido una risa. "Será filtrado y esterilizado".

"¡Oh!" Rey se relajó un poco. "Eso es un alivio."

Rey observó en silencio cómo Krystil untaba una crema espesa en sus nudillos crudos y le vendaba las manos con eficiencia profesional.

"No golpees nada durante al menos unos días", advirtió Krystil. "Vuelve por un cambio de vendaje todos los días hasta que te digan que no es necesario".

"Gracias." Dijo Rey con sincera gratitud, luego regresó a su habitación.

Sintiéndose mucho más relajada, Rey descubrió que tenía bastante sueño, así que se acomodó en su pequeña y dura cama y se quedó dormida.