El regreso

Capitulo 3

Sakura se cerraba la bata mientras acudía a la puerta, insistían mucho llamando, era muy pronto para las visitas.

-¡Oh! Hola Naruto.-Le saludó Sakura la verle.

-Hola, necesito hablar contigo.

-Pasa.-Le dijo mientras le dejaba pasar.-¿Quieres un té? Yo aún no he desayunado.

-No, gracias.

Pasaron al salón en completo silencio. Sarada se asomó curiosa.

-Dime, ¿de qué quieres hablar?-Le preguntó Sakura.

-Ayer Central sufrió un incidente.-Le dijo yendo directamente al grano.

-¿Qué?

-Se cortó la comunicación de forma abrupta y tras varias horas nos enteramos de lo que pasó.

-¿Qué?

-Alguien voló las oficinas de la Internacional y a lo largo del día siguieron las explosiones en toda la aldea, todos los países hemos decidido abrirles las puertas a los refugiados.

-¿Y Sasuke?

-No se sabe nada de él.-Le contestó con pesar.-Los Portavoces le están buscando a él y a Kaito.

-Eso solo....

-En la explosión de las oficinas tanto Sasuke como los Portavoces estaban fuera.

-Pero me has dicho que hubo más.-Le cortó Sakura poniéndose nerviosa.

-Sí, pero no quiere decir que este muerto.

El silencio se impuso durante unos prolongados minutos

-Déjame sola, por favor.-Le pidió demasiado serena al fin.

-Sak...

-Por favor.

-De acuerdo.-Cedió mientras se levantaba.-Pero luego pasaré a verte, ¿vale?

Sakura asintió con la cabeza, Naruto le apretó el hombro tratando de animarla antes de irse.

Sarada se escondió detrás de un aparador que había en el pasillo, tratando de asimilar la noticia ya que extrañamente sentía que le faltaba aire.

Tras el golpe de la puerta Sakura salió del salón y entró corriendo a la cocina donde tenía el teléfono, marcó el número de Sasuke y espero a que le contestase mientras se agarraba al mostrador.

-Contéstame, venga.-Susurró al escuchar el séptimo tono.

Saltó el contestador, fue entonces cuando dejó a sus lágrimas campar libres por sus mejillas. Aquello no podía estar pasando, se deslizó hasta quedarse sentada en el suelo, se abrazó las piernas y se acurrucó sobre si misma tratando que no la escuchara Sarada, pero su hija lo había escuchado todo y subió a su cuarto tratando de no hacer ruido.

Sacó el teléfono del cajón y le mando varios mensajes a sus primos pero no la contestaban. Decidió llamar primero a uno y luego al otro sin obtener respuesta. Desesperada llamó a Nobume la primera amiga de Central, no la contesto pero si le mando un mensaje.

-"¿Necesitas algo?"-Leyó.

-¿Puedo llamarte?-Tecleó.

-"Si."

Volvió a llamar sin dejar de dar vueltas por su habitación, al quinto tono la cogió.

-Al fin alguien me contesta.-Dijo aliviada.