Capítulo 3

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El tiempo había pasado. Ya se habían cumplido tres meses desde que los Blake se mudaron en ese pequeño vecindario, y en cuanto más tiempo pasaba, más todo se complicaba.

Los problemas de sus hermanos mayores con sus padres habían aumentado mucho mas. Ahora si en un dia no habia al menos una discusión no era dia. Los gritos siempre eran fuertes y siempre decían frases como "¡No es mi culpa que tu, mi padre, tengas problemas por ser un NARCO"

En el primer mes fue a la escuelita del pueblo, y al menos se encontro a Cassie y Emily, quienes ahora eran sus amigas cercanas. En la escuela era víctima de acoso por ser la nueva y siempre le quitaban la comida, al igual que recibía fuertes golpes y muchas veces hasta llegaron a intentar dañar su amada muñeca Matilde. Y además de todo eso, recibía malas calificaciones, lo que le ameritaba golpes ahora de sus padres.

Pero a parte de eso a ella ese lugar no le parecia tan malo. Sus abuelos iban a visitarlos continuamente. Sus padres a pesar de todo seguían siendo los mismos cariñosos de siempre. Y era muy feliz jugando con sus nuevos y mejores amigos.

La noche se acercaba, y ella estaba sentada en la nueva banca que sus padres colocaron en el patio, viendo las estrellas. Eso ya se había vuelto rutina diaria para ella, pero solo podía verlas hasta que fuesen las ocho, por que sus padres después de esa hora temían mucho por su seguridad.

Ella seguía viendo las constelaciones de estrellas. Hasta que unas fuertes pisadas acompañadas de unos golpes la hicieron ir a ver qué ocurría.

Asomo su cabeza por una pequeña ventana que hacia ver la sala y el corredor de la puerta principal y logro ver a tres hombres, parecían tener mas o menos la edad de su padre, y parecían ser muy fuertes. Tenían en sus brazos pistolas y otras instrumentos raros que ella no sabía que eran. 

Se fue alterando cada vez mas y mas.

El miedo y la angustia recorrieron por su cuerpo.  No sabia que hacer. Su hermano Noah y su madre estaban ahí, intentando luchar contro esos hombres; Si ella iba la matarían a ella y su hermano y su madre, si no iba solo ellos sufrirían. Pero ella no pensaba así, quería protegerse a sí misma y a su familia. ¿Pero como?

Sin que se diera cuenta su hermana mayor también se ocultó con ella. Los atacantes de su hermano y madre no se dieron cuenta de Lucy ni de la infante. Las dos hermanas no sabían qué hacer, pero Lucy, se vio con la necesidad de cuidar de su su pequeña hermana y tranquilizarla.

  —No tengas miedo, Liz. Yo estoy aquí.—le dio un beso en la frente.—Intentare buscar a papá ¿Vale? Si no regreso rápido ve y escóndete hasta que lo haga. O espera a papa. 

Dichas esas palabras Lucy salio silenciosamente del patio, subió delicadamente por las cortas escaleras y busco a su padre en la recamara que le pertenecía a él y a su esposa. Por suerte estaba ahí, acostado durmiendo mientras la televisión estaba encendida y en un partido de fútbol. El no sabia nada que estaba sucediendo.

  —¡Papa! ¡Despierta! ¡Hay unos hombres abajo que quieren hacernos daño!—le movió de un lado al otro intentando no hacer tanto ruido y por suerte su padre si se despertó.

  —¿Dónde está tu madre y tus hermanos?

—Elizabeth está ocultándose en el patio trasero. Mientras que mama y Noah estan con esos hombres. Papá, dime que todo saldrá bien. 

El se quedo en silencio, con la cabeza agachada. Eso significó mucho para su hija.

Steve agarro lo mas rapido que pudo una pistola y la guardó en su polo vinotinto. Después él y su hija bajaron; El pudo ver el dulce rostro de su hija más pequeña asomándose por la ventanilla aliviada. Pero también a su esposa y su hijo siendo golpeados e insultados por los que eran antes sus "Amigos", pero ahora todo lo contrario.

Con toda la delicadeza Lucy abrió la puerta de donde estaba su hermanita. Los tres se abrazaron y luego intentaron buscaron una salida.

  —Niñas, salgan ustedes. Tengo que ir por su madre y Noah.—a esas palabras las acompañó un fuerte abrazo. Podía ser ese el último, ese hecho los hacia estremecer del miedo.

Ellas obedecieron y su padre fue a enfrentar a esos imbeciles. Ese era un momento de vida o muerte, y la muerte era la más propensa a ganar esa oscura noche.

 Lisa y su hermana salieron de la casa trepando por las rejas que rodeaban el jardín. Lo lograron con mucho éxito, pero ya fuera de la casa oyeron un sonido aterrador. El disparo de una bala en su casa.

Era más que lógico que era uno de su familia, por este hecho a la infante se le salieron miles de lágrimas. El hecho de ya haber perdido a alguien que amaba era lo más triste, su hermana y ella sabían que de esa muerte le seguirán mas y mas, hasta que nadie quede. Lo más importante ya estaba roto. La familia.

  —No llores, Liz.—pidió secando algunas de su hermana. Pero ella misma sabia que todo lo que podían hacer era eso, llorar.

  —Es que, alguien murió.  ¿Y si fue papa o mama? ¿O Noah? Yo quería vivir en un cuento de hadas feliz, pero eso ya se arruino.

A la dulce y aguda voz de Elizabeth no siguieron ningunas palabras para consolarla, como pensaba la niña, en vez de eso siguió dolor, lagrimas y mas muertes.....




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⏰ Última actualización: Feb 25, 2018 ⏰

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