Once Upon A Time [Spideypool]

Twenty Seven

Pasaron la noche entera uno al lado de otro, acostados en un montón de sábanas y cojines que Wade había llevado, con una taza de chocolate que Peter había preparado y mirando las estrellas artificiales de la sala del mercenario.

Hablaron de todo, nunca se les acabó el tema de conversación, se rieron juntos y pasaron un rato agradable.

Wade le contó su historia.

No aquella historia que le contaba a sus amigos o la que le contó a Vanessa cuando la conoció, no, le contó su verdadera historia.

La historia de un bebé con un nombre en la piel que no se borraba, la historia de un bebé que solo fue amado por su madre, la cual murió de cancer cuando él solo era un niño, la historia del niño que empezó a robar para sobrevivir, la historia del adolescente que mató, que robó y que perdió su humanidad para poder salir adelante, la historia de un hombre con un pasado tormentoso que sabía muy bien tendría un futuro mucho peor.

Peter no le interrumpió en ningún momento.

Peter escuchó atentamente cada palabra del mercenario, dandole palmadas en la espalda cuando el hombre parecía incapaz de soltar otra palabra. No lo miró mal, no lo juzgó, Wade le confesaba su pasado y su vida porque sabía que Peter saldría corriendo en algún momento.

Peter no lo hizo.