*Anteriormente*
-Necesito hablar contigo- Agarré de la mano a Jorge y subimos las escaleras, pero él se soltó de mi mano, aunque se quedó conmigo; llegamos a su pieza y nos sentamos en la cama, dispuestos a charlar...
*Mientras tanto Franbiani*
*Narra Francesca*
-¿Qué les pasa a estos dos? -Pregunté confusa
-No lo sé -Se encogió de hombros-, peleas de pareja, supongo
-Es raro, ¿No lo crees?
-Puede ser
-Me preocupa que Martina haya hecho algo -Dije- Jorge no le habló en todo el camino
-Yo que sé -Sonrió- no le tomes importancia cariño
-Mmm -Dudé- No lo sé...
Me sobresalté al sentir unas manos en mis caderas, y al ver que era Xabiani, comencé a reír olvidándome completamente del tema de Martina y Jorge...
-¿Qué haces? -Reí
-Te llevo a la piscina -Mi risa paró
-No, no, no
-Si, si, si -Me cargó en su hombro suavemente y me llevó trotando al patio
-No, por favor, no -Me posicionó sobre las escaleras y me empujó suavemente para que bajara, y así lo hice
-Córrete, que me tiro -Reímos
Pronto, cayó un hermoso chico al agua, obviamente estoy hablando de Xabi, y el agua rebalsó
-Haces que el agua rebalse -Estallé en carcajadas
*JorTini minutos atrás*
*Narra Martina*
-¿Qué quieres? -Preguntó él
-Quiero saber porque estás enojado conmigo -Fui directa
-No estoy enojado contigo -Respondió
-Pues dícelo a tu cara
-¿Por qué lo hiciste? -Me miró esperando una repuesta
-¿Hacer qué?
-No te hagas, sabes muy bien lo que le hiciste a esa chica -Reí sin humor. Así que era por eso que estaba enojado
-¿Tirarle los pelos? -Sonreí maliciosamente sin mostrar los dientes- Se lo merecía
-¿Qué te hizo ella? -¿Estaba fingiendo?
-Te besó -Me acerqué a él- Tu eres mío -Golpeé su pecho con mi dedo índice- Y lo que es mío lo defiendo con garras y dientes
Y lo besé. Demostrándole que era de MI propiedad. Que YO era su dueña. Y que no le permitía tocar, ni abrazar, ni besar a otra chica que no sea yo, salvo Fran. Para mi sorpresa me tomó de las caderas sin separarse y me tiró a la cama. Algo fuerte, pero me encantó
-Soy tuyo -Sonrió y dio besos húmedos a mi cuello, acostado sobre mí, sosteniéndo con sus manos su cuerpo para no aplastarme
-Mío -Repetí. Con un ágil movimiento quedé sobre él, gatee un poco y tomé una posición que hizo que nuestros pechos cubiertos con una fina tela quedaran pegados, al igual que nuestras bocas. Su lengua y la mía desataron una salvaje pelea. Le quité su playera apresuradamente e hice figuras abstractas en sus tonificados abdominales. Él dio una vuelta quedando bajo el control del momento. Nos dimos un bruto beso, mientras torpemente tratábamos de sacarnos las zapatillas; finalmente lo logramos y mi remera quedó en alguna parte del suelo. Sus manos vagaron por mi torso y me atrajo hacia él, provocando que nuestros pechos -ahora desnudos- se rozaran. Dejé escapar un gemido ahogado. Me agarró de las caderas y yo enrollé mis piernas en su cintura. Lo acorralé contra una pared (aún seguía con mis piernas alrededor de su cintura); él me sacó rápidamente el sostén, y comenzó a lamer, morder y besar mis pechos. Gemí varias y repetidas veces.
-No sabes cuanto te deseo Martina -Logró decir entrecortadamente. Su gruesa voz hizo que los pelitos del cuerpo se me erizaran. Sus manos viajaron hasta mi trasero, y depositó besos mojados en mi cuello, mientras yo trataba de desabrocharle el botón del pantalón. Cuando lo logré él me ayudó sacandoseló por completo luego de dejarme en la cama. Aproveché ese tiempo para buscar un preservativo escondido en el cajón. Se escuchó un chapoteo, supongo que los chicos estaban en la piscina. Di un saltito al sentir que dos manos depositadas en mi cintura vaijaban hasta el botón de mi pantalón y me lo bajaban. Me agaché para terminar de sacármelo, y, a propósito, le deje una buena vista a mi pervertido novio. No tuve tiempo ni de levantarme, ya que él me elevó por los aires, fializando mi recorrido en su cintura. Meneé el preservativo sobre su cabeza, y él sonrió maliciosamente. Me besó intensamente, mientras me bajaba; sentí mis pies en el frío piso por última vez, ya que Jorge me tiró despacio a la cama.
-No aguanto -Dijo. La última prenda que me quedaba fue parar a la otra cama. Con un ágil movimiento, terminé sobre él, intentando con todas mis fuerzas que su bóxer abandonara su cuerpo. ¿Alguna vez les pasó que quieren hacer algo rápido y les sale más lento todavía? Eso era lo que yo estaba Sufriendo, si Sufriendo con S mayúscula. Al correr los minutos ese estúpido bóxer salió por la ventana; yo creo que ha caído en la piscina. Deseo que caiga sobre la cabeza de Xabiani. Apresuradamente él se colocó el preservativo ya que yo no tenía experiencia en hacerlo.
Me besó tiernamente mientras me penetraba con un toque de suavidad, que tanto me gustaba. Ondas de placer me recorrieron de pies, a cabeza, se sentía tan lindo.
-Más fuerte -Logré comentar. Gemí al sentir que sus embestidas eran cada vez mas rápidas, y su beso se iba intensificando a medida que el orgasmo se acercaba. Gemí algo fuerte, sintiendo la llegada del tan ansiado orgasmo.
Con una fuerte embestida llegó. Ya saben a lo que me refiero. Lo besé sintiendo el calor que de su cuerpo provenía, y me derrumbe en su pecho quedando profundamente dormida.