La joven delgada de tez morena despertó con un punzante dolor en la sien. Levantó su cabeza y se encontró atada de pies y manos en una silla de madera dura. El piso estaba teñido de sangre y mugre. Yacía en una casa abandonada cuyas paredes parecían recién pintadas, como si alguien uniera dado pinceladas furiosos y la pintura de abajo se caía a pedazos, el color gris oscuro predominaba.
La muchacha forcejeo las ataduras de pies y manos pero fue en vano, las cuerdas estaban fuertemente atadas. Un sollozo se escapó de entre sus agrietados labios.
Los pasos resonaton en todo el lugar y la joven se le helo la sangre, ahí venía ella, con un largo vestido negro de cóctel con una cintura de diamantes y una tiara sobre su cabeza. Tenía la cara demacrada, su maquillaje negro azabache le recorría la totalidad de sus ojos café hasta las mejillas. Traía en su mano un cigarrillo y estaba descalza. La mujer río al verla.
-como estas querida- la voz ronca y áspera resono. Se acercaba lentamente con un vaivén en cada paso
-por favor, suelteme-lloriqueo la joven. Lagrimas pesadas caian por sus rosadas mejillas
-shhh, no hables Jules, no digas nada- dijo apretando su rostro con ambas manos
-no me llamó Jules, déjeme ir porfavor se lo suplico- cargados sollozos de angustia y temor llenaron la vieja casa
La mujer tomobuna cinta color negra y le tapo la superficie de su boca. Daba vueltas mirándola, como si tratara de encontrar algo. Entonces se volteó estrepitosamente y se fue hacia la otra habitación volviendo enseguida. Traía unas tijeras y un bisturí.
La jovencita al percatarse comenzó a moverse escandalosamente tratando de liberarse, pero fue inútil, cortes dolorosos fue lo único que consiguió.
-lo que tienes es mío, yo solía tenerlo, y me lo robaron desconsideradamente. Es mi deber recuperarlo y lo tendré aunque supliques por tu miserable vida. Al final terminarás igual que ella, que yo, pero te ahorraré el sufrimiento de vivir con la marca de las bestias, te estoy salvando- le decía la mujer mirandola a los ojos sin parpadear. Lagrimas caían de sus ojos unididos pero no habia nada de amor en ellos.
Así comenzó a cortarle el cabello hasta dejarla calva, mechones caian y provocando cortes en su cuero cabelludo cortaba y arrancaba sin piedad. Cuando no uno quedando nada tomó los cabellos y los guardó en una bolsa negra que tomó del suelo.
-esos labios, no serán nada si las bestias los deboran con sus colmillos, no habrá palabra que salgan de ellos después de eso, te salvare. -y así clavó despiadadamente el bisturí debajo de la nariz de la joven, aún con la cinta adhesiva los gritos de dolor irrumpieron en cada rincón. Nada quedó de ellos, una horrible muca quedó grabada en su rostro con los dientes al descubierto y pedasos de carne le colgaban.
La joven ya no resistía a tal tortura. Sólo veía la sangre esparcirce por sus piernas y embarrar el suelo. Asi que cerro los ojos en un último sollozo dijo
-Dios apiadate de mi alma-La policía encontró partes de su cuerpo tres dias después. En la casa encontraron su torso y grande cantidades de sangre. Había sido mutilada allí.
Más tarde los brazos y cabeza fueron encontrados unos kilómetros más e delante, yacían sobre en descampado al lado de las vías del tren de carga. A el brazo derecho le faltaba un dedo y habían sido quitado los ojos y boca.
Esto horrorizo a todo el pueblo.
Una seman después, la mujer que cometió el asesinato fue encontrada en el pueblo vecino. Personas denunciaron que emitía ruidos y atemorizana a quien pasará por su lado,también dijeron que emitía un olor nauseabundo, aún con su vestido negro lanpolicia la detuvo y se sorprendieron al notar que traía con ella el cabello de la joven asesinada, los labios los tenía pegados en su pecho y los ojos putrefactos en sus manos. Al llevarla a la comisaría no paraba de patalear y gritar a todo pulmón
-son las bestias! Otra vez quieren tomarme, salve a muchas, deben irse al infierno donde pertenecen! - unan otra vez repetía, Solo se clamaba cuando una oficial mujer se le acercaba y le decía en voz baja
-te salvare también de las bestias, Solo desatame y tu cuerpo y alma estarán en paz, tomaré a las bestias por ti déjame que te salve- la oficial de policía se sintió incómoda y perturbadanal oírla y aún más al verla, sus ojos estaban blancos y las ojeras rodeaban la totalidad de sus cuencas, vacíos, perdidos.La mujer fue identificada como Jules Fitcherald. Recidia en un hospital psiquiátrico desde los diecisiete años, después de ser violada y golpeada por siete hombres durante una semana, perdió el juicio y desde ese día dejó de reconocer al seco masculino, los veía a todos con un sólo rostro, una bestia, que según contaba eran atraídos por la belleza de una mujer y era deber sullo salvarlas a todas.
Fue absuelta por demencia y volvió a el psiquiátrico jurando que volvería a salvarlas a todas y cada una.