Capítulo 2

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Una semana.

Una semana de dolor y destrozos.

Toda mi casa se encuentra sucia, con vidrios, jarrones y mas que nada fotos rotas en el piso.

Al igual que yo, todos esos momentos retratados en imágenes están destrozados.

Salgo por primera vez de mi casa luego de una semana. Cruzo a la vereda de enfrente a mi casa. Allí hay un pequeño almacén donde siempre voy a comprar las cosas básicas que necesito para sobrevivir. Compro comida y algunos artículos de limpieza. Vuelvo a mi casa cargado de bolsas por lo que dejó la puerta de entrada abierta. Apoyo las bolsas en una pequeña mesa y me detengo por un momento a observar las fotos rotas en el suelo. Cierro los ojos con frustración y al volverme hacia la puerta principal quedo paralizado por un momento.

Allí está parada una chica rubia, de estatura media y ojos claros. Allí se encuentra la chica que me destrozo el corazon. Allí, mirándome con pena, esta Abbigail. Abby, como la solía llamar cariñosamente.

-¿Qué haces acá?.-pregunto tosco y muy en el fondo con la esperanza de que quiera volver conmigo. Que se sienta destrozada al igual que yo y necesite que estemos juntos y nos amemos como los primeros días.

-Solamente quiero saber si estas bien y si no necesitas nada.-dice refiriéndose claramente al desorden visible.

-Pues, no necesito nada. Solo tiro malos recuerdos para poder construir unos mejores junto a la persona que amo actualmente.-miento.

Suspira y me mira fijamente demostrando la pena que me tiene. Odio que sientan pena por mi, pero lamentablemente es lo único que transmito actualmente.

-Ambos sabemos que eso no es cierto. Te conozco a la perfección como para darme cuenta, Mat.

Da unos pasos hasta entrar a mi casa y posicionarse en frente mío. La mención del diminutivo que ella usaba para mi hace que un dolor aparezca en mi pecho. Duele tenerla tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.

-Debes superarme. Te ayudaré, te conseguiré a alguien que te ame y podremos ser amigos.-susurra cerca mío.

Largó una pequeña risa amarga.

-Tu y yo sabemos que no podemos ser amigos. La amistad luego de una relación no existe.

Asiente levemente sabiendo que digo la verdad. Observo su cara probablemente por última vez. Sus ojos, sus pestañas, su nariz y... su boca. Esa que me volvió, me vuelve y me volverá loco.

-¿Puedo sentir tus labios otra vez?.-digo sabiendo que me arrepentiré. Porque aun sabiendo que la respuesta será negativa, intento una última vez. La esperanza es lo último que se pierde.

Cierra los ojos con pesar. Da un paso hacia atrás, alejándose aún más de mi.

-Lo siento tanto.-unas pequeñas lágrimas salen de sus ojos y luego solo se va. Llevándose una parte de mi.

Días RepetidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora