Capítulo 1

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Bajo del auto y me detengo frente al gran edificio donde ella vive. Alzo la vista para verlo en todo su esplendor. Un montón de imágenes se cruzan por mi cabeza al hacerlo y no son nada bonitas: gritos, peleas, celos y discusiones. Pero a pesar de todo, la amo. Sacudo levemente mi cabeza espantando todos esos recuerdos; vine hasta aquí para arreglar las cosas no para torturarme.

Entro al gran edificio, saludo al conserje que ya tiene tiempo de conocerme, y subo las escaleras al primer piso. Busco con la mirada el departamento y al encontrarlo ya me siento nervioso. Suspiro intentando relajarme. Al conseguirlo, busco en los bolsillos de mi pantalón la llave del departamento que compartimos. Introduzco la llave en la cerradura y me sorprendo al notar que la puerta no tiene traba. Al abrirla por completo, mis ojos perciben algo que hace que mi corazón se rompa y la sangre se suba a mi cara.

-¡Matteo!.-exclama al verme. Sin embargo no la miro a ella, sino a quien está abrazándola por la cintura.-Creo que deberías irte.-se dirige al otro. Este asiente y pasa por al lado mío. Se escucha el ruido de la puerta al cerrarse y se que se ha ido.

Ninguno de los dos dice nada . El departamento esta en completo silencio hasta que ella lo rompe.

-No creí que vendrías justo aho...-la corto.

-¿Y por eso tenías que verte con otro, Abbigail?.-le pregunto intentando controlar mi voz y no explotar.

-Él no es nada mío, solo fue un abrazo inofensivo. Soy solo tuya, no fue absolutamente nada.-intenta explicarse. Me encantaría creerle, pero la conozco tan bien, sé sus gestos, sus manías y sus pequeñas cosas, que reconozco muy bien que me esta mintiendo. Su mirada la delata.

-No puedo seguir así.-le digo. Quisiera que al decir eso haya sentido un alivio en el pecho, pero solo siento más dolor. Aún la amo a pesar de todo y eso hace que me odie a mi mismo. Me lastimo a mí mismo.

Espero que ella se queje o se niegue ante mis propuesta, pero lo que hace a continuación solo me lastima más.

-Creo que...tienes razón. Esto se termina acá.

Asiento dolido y a paso muerto salgo de allí. Salgo del apartamento, salgo del edificio y salgo de su vida. A cambio de eso solo consigo que mi corazón se encuentre totalmente vacío.

Días RepetidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora