•Just For Fun• {BTS}

[Capítulo 1]

°Narra Jungkook °

—¿De verdad que no puedes, mamá?. Es urgente.

—Lo siento hija, hoy estoy muy ocupada y no podré cuidarlo. —Le decía mi abuela a mi madre.

Estaba en el jardín viendo como un gusano devoraba las hojas del huerto que tanto trabajo le había costado conservar la abuela después de que él abuelo se fuera al cielo. Ah~ lo extraño tanto, cada vez que le pregunto a Nana cuando volverá me responde que muy pronto y me da una de sus famosas y deliciosas galletas de zanahoria. El problema es que lleva tres años de que abuelito se fuera, pero Nana me dice que no me preocupe, así que no lo hago más y seguiré esperando.

—¡Jungkook ah!. —Me sobresalto y vuelvo a mirar a mi madre, un poco asustado.— ¡Hace rato que te estoy llamando! ¿qué hacías? ya nos vamos.

—Sí señora! —Me despido de Nana con un abrazo y voy detrás de mi mamá.

°Narradir omnisciente°

Jeon sube al auto, con mucha dificultad por su baja estatura. No era un secreto lo bajito que era y lo débil que podía llegar a ser. En su escuela siempre se lo recalcaban entre sus compañeros como le decían "El enano del grupo"; y otros comentarios más que le hacían sentir mal, ¿Pero qué más da?

Su madre le pone el cinturón de seguridad en su buster, luego cierra la puerta para ir a su asiento de piloto y arrancar a camino a donde sea que lo llevara.

Mientras el pequeño juega con sus juguetes pensaba en donde lo dejaría su mamá; pero se distrajo por un dinosaurio rex de juguete, amaba al T-rex por sus chistosos bracitos pequeños, pero a pesar de ellos sigue siendo su mejor y favorito juguete.

El camino fue largo, pero no le puso atención, pues en su mente hacía la más grande aventura de peleas entre dinosaurios, hasta que su mamá interrumpe en sus pensamientos.

—Ven amor, ya llegamos. —Le quita el cinturón y lo ayuda a bajar.

Jungkook mira el lugar confundido, toma la mano de su madre.

—¿Qué hacemos acá, mami? — Pregunta curioso.

—Te quedarás acá un rato, amor, tú abuela no te puede cuidar hoy, así que por favor portate bien.— Deja un beso en su frente y va a la junta.

Mientras tanto Kookie mira al rededor. Estaba concentrado en el cuadro al frente suyo, era de un tipo desnudo tapado con una manta. Se sienta en el sillón de la sala de estar del el edificio. Quería poner caricaturas, así que le fue a preguntar a la secretaria, la cuál puso su serie favorita. Ríe internamente por las tonterías que hacen y dicen los personajes. Siente un peso a su lado y voltea a ver

- ¡Jimin-shi!, estás aquí - Lo mira emocionado, no estaría sólo hoy y eso lo ponía feliz, podría enseñarle sus juguetes de dinosaurios y jugar con ellos.

- Mamá tiene trabajo hoy. Mientras venía de camino encontré algo, ¿Quieres ir conmigo? - Hace puchero.

- Sí, pero mami me dijo que me quedara aquí sentado sin hacer mucho ruido - Dice el menor jugando con sus dedos.

- Te prometo que volveremos sanos y salvos.- Sonrie

- Esta bien, Jiminnie.- Dice nervioso.

El mayor toma la mano de Jeon y lo jala y se van corriendo fuera del edificio.

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Después de un rato corriendo llegan al lago que queda a unas cuadras al frente del edificio.

-Waaoooo, ¿qué hacemos aquí? hay tantos patos.- Jungkook sale corriendo persiguiendo a un pato de color negro intenso. Sin darse cuenta tenía los cordones de sus tenis sueltas provocando que se tropezara y cayera sobre su trasero.

—¡Kookie! —Jimin va a su lado preocupado y se da cuenta de que está llorando. Jungkook se cubre el rostro con sus pequeños brazos raspados por el golpe.

Él mayor sin saber que hacer quita las manos de su rostro rodeando la pequeña cintura del menor.

—No llores más, ya pasó. —Limpia las cuantas lagrimas que derramó.

—Dime donde te duele. — Pregunta con preocupación. Jungkook niega y mira al suelo hipeando.

—E-es que me da vergüenza decirlo.

—Mmm...toma mi dedo y señalame donde te duele.—Le miracon una sonrisa cálida. Jeon toma del dedo del mayor y señala su trasero pero lo quita inmediatamente.

—Me duele ahí, Hyung—Mira con lagrimas en los ojos al contrario.

—Vamos al edificio y podrás descansar. —Se gira.—Súbete a mi espalda, yo te llevo.— Un poco débil el menor sube y rodea su cuello.

Jimin toma el trasero del menor afirmándolo en sus manos.

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Llegando a la sala de estar Jimin le avisa a Jungkook que ya se puede bajar, pero al no recibir respuesta de parte del menor se da cuenta de que está dormido y decide no despertarlo. Por lo tanto lo coloca lentamente sobre el sillón. Agarra unas tuallitas húmedas que se encontraban en la mesa y empieza a limpiar las heridas, cuidando de no lastimarlo.

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MESES DESPUÉS-EL ÚLTIMO DÍA

Los siete nunca imaginaron que esto acabaría tan rápido como empezó, pero tampoco pensaron que este sería el principio de su historia.

Yoongi, Taehyung, Namjoon, Jin, Hoseok y jimin están detrás del baño, donde solían estar todos y hablar por horas y horas de temas nulos, o incluso, hacer sus travesuras, o como ellos le llaman:  "retos."

Hoy tenían una noticia para el menor del grupo, le habían dicho que tenia que venir lo más antes posible a ese lugar para hablar de algo serio, tenían miedo de la reacción del pequeño, pero sus caras de preocupación se transformó en una ladina sonrisa al verlo llegar con ilusión en sus ojos.

—¿Qué pasó, Hyungs?Sonríe y se sienta en el piso con ellos.

—Tenemos algo que decirte, Kookie, pero tomalo con calma esto no significa que te vamos a olvidar. — Inicia NamJoon. — Nosotros ya tenemos los trece años, pronto cumplimos catorce y no podremos estar en esta guardería más. Ya no nos dejarían.

—¿Eso qué significa?-—Pregunta el pequeño confundido y con sus ojos cristalinos.

—Significa que amamos estos meses contigo, demasiado, pero ya es hora de decir adiós, Kook. — Dice Taehyung.—Hoy dejamos de ser miembros de esta guardería.

El menor comprendía todo, ellos se irán y él quedará sólo. Sus ojos se llenan de lágrimas y siente las pesadas miradas.

—N-no bromeen. — Dice con lágrimas acumuladas en sus saltones ojos.

—No es broma, Jeon. Jamás te olvidaremos. —Dice Jin, el cual abraza al menor sintiendo como todos se unen al abrazo; pero eso hizo llorar más al menor.

Después de unos segundos se separan todos, pero aún así el más pequeño seguía llorando desconsolado.

Jeon siente unos brazos al rededor de su cuerpo, puso su cabeza en el pecho de esa persona. Sentía calma al escuchar sus latidos, sentía su corazón acelerar junto a ellos.

—¿Quieres chocolate?—Susurra el chico separándose.

—Mi mamá no me deja...— Susurra mirándolo.

El contrario sin importar qué le dió el chocolate.

—Comelo, cada vez que comas uno te vas a acordar de mí.

Jeon, sin más le dió un mordisco, seguido de unos más.
Intentaron olvidar el hecho de su despedida, el abrazo final fue solo un comienzo.