¿Nunca te has parado a pensar por qué motivo hay personas que se sienten un fracaso? Es sencillo entenderlo y demasiado complicado explicarlo o quizá sean ambas cosas.
A ojos de lo que llamamos "personas" puede ser muy difícil entenderlo, pero tú, seas quien seas, estés en el lugar en el que estés: tú me entiendes.
De alguna extraña manera sé que lees todas las cosas que escribo y todo lo que intento explicarte.
Para mí no es nada fácil, en realidad puede que solo seas producto de mi imaginación, aunque por otro lado me quedan esperanzas de que realmente existas. Sobre todo de que comprendas como me siento y del motivo de mis palabras.
Ni yo misma me sé entender, considero que desafortunadamente me he perdido, no sé si para siempre o como algo pasajero, pero tú que siempre estás atento, al "acecho" pendiente de mí. ¿Debería agradecértelo? En ese caso: gracias. Si no es así, lo siento.
Muchas veces a lo largo del día clavo la mirada en un punto determinado sin preferencias porque no hay ninguno que llame mi atención y ahí vacío ira, agobio, estrés. Nunca me quito de encima el agotador malestar.
Hace un par de semanas, quizá tres, pasó algo extraño con una persona allegada a mí.
No hacía más que preguntarme si estaba bien, si podía escucharle y verle. Pero, solo escuchaba los latidos de su corazón cada vez más acelerados, veía sus pupilas más y más dilatadas y sentía que empezaba a producir algún extraño desprendimiento de miedo. Solo desprendía miedo.
Después de mi vuelta al mundo, empecé a comprender todas las sensaciones que había tenido a lo largo de muchos años. Me resultaba, y resulta, complicado concentrarme en lo que las personas me dicen, pero no en lo que quieren expresar.
También comprendí muchas partes de ese sueño tan repetitivo que tengo todas las noches, llega a parecer aburrido y bastante absurdo. Muchas de las cosas que en él aparecen se han cumplido, pero no la mejor parte. En la que pongo punto y final a mi vida. Esa en la que no me echo atrás.
Ahí pierdo la cabeza, me despido de una persona, me marcho y cuando llego a ese lugar tan alto y lejano, salto al vacío.
Me gustaría saber qué es lo que piensa, siente y hace la gente que dice quererme después de mi muerte.
Esa parte tan deseada no sale en mi sueño, todo acaba según salto.
Reconozco haber escrito la fecha y haberme quedado mirando a la nada, pero hoy excedo de rareza, mucho más de lo habitual.
