Está amaneciendo y llevo un rato escuchando algún que otro ruido en el pasillo, me imagino que es Yurlo desayunando. Me iba a levantar para desayunar con él y preguntarle por qué pasó mala noche, pero sería muy hipócrita por mi parte, porque de lo que realmente tengo ganas es de contarle lo que me pasa a mí. No me puedo creer que sea tan horriblemente egoísta a veces.. Aff..
[Toc, toc, toc]
- Yurlo, pasa.
+ .............
- ¿Qué te pasa?
+ Solo es una mala mañana y tengo algo de sueño.
- ¿De verdad?
+ Sí Dula, de verdad.
- ¿Me lo prometes?
+ Dula no seas pesada ya te he dicho que solo es una mala mañana..
- Está bien, lo siento.
- Dime, ¿qué querías?
+ Desearte suerte en tu primer día de trabajo.
- Oh, muchas gracias.
+ Quita esa sonrisa de idiota que solo es un puñado de buena suerte.
- ¿Y qué? Siempre viene bien.
+ Bueno, ya me voy. Te dejo que estés tranquila los 15 minutos que te quedan para levantarte.
- Que tengas un buen día, gracias por pasarte.
Ya son las 8:00 es hora de levantarme, a mí con 30 minutos para una ducha fresquita que me despeje y vestirme para ir a trabajar me vale. ¿Cómo será el primer día? ¿Qué tendré que hacer? Voy a salir ya, a ver si llego unos minutillos antes y voy conociendo el sitio mejor.
[Una hora después]
- Buenos días, disculpe, estoy buscando a la señorita Anamia, es mi primer día aquí y no conozco nada del sitio. Según me indicaron debo ir al camerino 137 pero no logro encontrar nada, esto es tan grande. ¿Sabe dónde podría encontrarla o dónde está el camerino con esa numeración?
+ ¿Y tú qué eres la nueva o qué? (Bah, estos novatos de hoy en día que no saben ni guiarse con un mapita que se les da, vaya pérdida de tiempo)
- Perdone pero no me parecen las maneras adecuadas para una persona que acaba de llegar y solo le ha hecho un par de preguntas, además, por mucho que susurre la sigo oyendo ¿sabe?
+ Anda sígueme y guarda silencio, me molestas.
¡Por fin estoy sola en el camerino sin la chica esa desagradable! Jamás me habían hablado de esa manera desde un supuesto "buen" puesto de trabajo. Pero por desgracia tiene que haber de todo en el mundo y esa tía estúpida me ha puesto de mal humor. A ver si encuentro a Anamia y me dice qué es lo primero que tengo que hacer.